Finalmente, se casaron el pasado 31 de agosto, en Portugal. “Decidimos hacer la boda en Portugal, porque, viviendo en España, nos parecía un gesto bonito hacia Ana, su familia y sus amigos. Además de que, para nuestros amigos y familia en España el desplazarse iba a suponer una escapada de verano divertida, disfrutando de la playa, de la gastronomía, de los pueblitos y del encanto de Portugal. Nos gustaba un montón la idea de enseñarle a todo el mundo nuestros sitios favoritos, como, por ejemplo, el lugar que elegimos para celebrar la preboda, encima de un acantilado, en boca do inferno, Cascais, debajo de un faro y a la hora de la puesta de sol, con música y vinos portugueses”, explican.
La boda la celebraron en Quinta de D. Carlos, un caserón antiguo portugués, del S.XVII, ubicado en un pueblito de viñedos a las afueras de Lisboa que es conocido como la Toscana Portuguesa, Alenquer.
Organizar la boda a distancia, en otro país no fue sencillo para la pareja. Esto les supuso numerosos viajes Madrid Lisboa cada mes, durante un año, para reunirse con los proveedores y tomar decisiones. “Tuvimos que despedir a la wedding planner a dos meses de la boda por ser bastante stopper de muchas de las ideas que teníamos, al no ser una boda “al uso” y contratar a otra para toda esa fase final y se reenganchó a la perfección al concepto que habíamos creado y al momento en el que nos encontrábamos. Fue sin duda, todo un acierto. Sentimos que avanzamos más en esos 2 últimos meses que en los 10 anteriores porque estábamos todos super conectados, trabajando con el mismo concepto en la cabeza y con libertad para ejecutar lo que creábamos”, explican.
La unión del folclore español y portugués como punto de partida para la celebración y la decoración
Ana y Sani se inspiraron en la unión del folclore español y portugués para su boda en Portugal. “Queríamos trasladar a los invitados a un ambiente en el que el espíritu de la tradición española a la hora de celebrar un sarao que confluyera con el más puro folclore portugués”, cuentan.
Como punto de partida, y ya para las invitaciones, la pareja eligió la imagen de Lola Flores para
representar la parte del folclore español y en la de Amália Rodrigues, una famosa fadista tradicional portuguesa, para representar la parte del folclore portugués. “Una buena amiga nuestra que es ilustradora, @adelirios, bajó a tierra y transformó los conceptos que teníamos en la cabeza en ilustración, con las siluetas de estas dos artistas, cara a cara, enfrentadas. La ilustración dio sentido a las invitaciones y al concepto de boda que creamos. Esta ilustración se repetiría luego en momentos clave de la boda como los meseros, los menús, también la proyectamos durante la cena en una de las paredes del patio, camisetas que tiramos y sorteamos durante la fiesta, etc. Era la fiesta de Lola y Amália, las que nos representaban ese día. Nosotras nos lo creímos y nos contagiamos de su espíritu de sarao”, dicen.
Fabio Santos
Fabio Santos
Para la decoración utilizaron muchos elementos que les ayudaron a trasladar a los invitados a esa
celebración de sarao y de folclore. “Pusimos bebidas personalizadas con las palabras “sarao” y “Lola y Amália”, abanicos de madera grabados con láser la palabra “sarao”, manteles rojos bordados también con la palabra “sarao” en las mesas del cocktail, neones que pedimos hacer con la frase “Sarao Night Club” para la parte de la fiesta…”, cuentan.