Una boda en Segovia: el ‘sí, quiero’ de María y Ernesto
Todo comenzó en Portugal. María y Ernesto se conocieron en Comporta, el verano de 2018. “Ernesto es muy amigo del hijo de unos amigos de toda la vida. Ellos son los que nos animaron a veranear en esa zona de Portugal. Aquel verano, Ernesto, que es un gran apasionado de las motos, se hizo un viaje con la moto a Portugal. Allí nos conocimos y fue un año más tarde cuando nos volvimos a ver en la boda del amigo que tenemos en común. Desde aquel día, no nos separamos”, recuerda la novia. “Tiempo después me fui a vivir a A Coruña, porque me ofrecieron una oportunidad muy buena en Inditex. Estuvimos a distancia un tiempo y cuando volví, me pidió matrimonio”, añade.
El ‘¿te quieres casar conmigo?’ de Ernesto llegó el 1 de enero de 2024 en Sotogrande, el lugar en el que ambos han veraneado de pequeños. “Estábamos pasando fin de año con amigos y familia allí. Ese mismo día, después de la comida, decidimos dar un paseo. En el paseo me lo pidió con un anillo precioso que era de su madre”, cuenta María.
Plata.forma
La boda se hizo realidad el 26 de julio de ese mismo año. Se casaron en Segovia, aunque no era su primera opción. “Nos quisimos casar desde un principio en Portugal, lugar donde nos conocimos. Por logística de invitados y sitio de celebración fue imposible. Haremos seguro alguna fiesta de aniversario algún día allí”, dicen. Finalmente eligieron el Caserío de Lobones. “Elegimos esa finca porque no se habían celebrado anteriormente muchas bodas, lo cual me llamó la atención, buscaba algo diferente”, explica la novia.
“Siempre quise casarme al aire libre y en un entorno muy hogareño, donde se viese el paso del tiempo en los pequeño detalles. Al ser interiorista estoy acostumbrada a fijarme en todos los detalles de una casa, no podía ser menos en mi boda…”, desvela María.
Una boda inspirada en las cenas de verano eternas con amigos
Para organizar la boda, la pareja contó con ÍATA Studio, la propia empresa de la novia. “Marta, mi socia, y yo nos conocimos trabajando en Inditex. De ahí surgió lo de crear nuestro propio estudio. El tiempo que estuvimos trabajando en A Coruña, organizamos varias bodas…Siempre nos gustaron los montajes para poner todo bonito”, comenta María.