Los días de furia y fuego a cuenta de la opa del BBVA sobre el Sabadell dan paso a una semana de tensa calma. Aún se huele el humo de la última batalla. Los contendientes llevan 17 meses de enfrentamiento, batiéndose el cobre con todo tipo de armas (financieras, legales, comunicativas…) para convencer a los accionistas del banco vallesano de los atractivos (o las desventajas) de la oferta de compra de su rival. El viernes pasado concluyó el plazo de aceptación de la propuesta. Ahora toca esperar. Pero los operadores de mercado nunca paran de hacer cábalas. ¿Qué pasará con los títulos del BBVA si no prospera la opa? ¿Habrá una segunda oferta? ¿Qué perspectiva tienen las acciones de Sabadell si el BBVA se convierte en su máximo accionista?
La opción más improbable, a tenor de varios informes de bancos de inversión, es que el BBVA no alcance el 30% del capital. En ese caso, es posible que haya un impacto en las acciones de ambas entidades. Un gestor de fondos de una firma independiente lo tiene claro: “El presidente Carlos Torres quedaría tocado, por mucho que él lo niegue, porque lleva un año y medio volcado en esta operación y descuidando otros aspectos estratégicos, y porque sería la segunda vez que tropieza con la misma piedra, y eso podría afectar a la cotización”.
La trayectoria bursátil de ambos contendientes ha sido meteórica en 2025. Las acciones del Sabadell han subido un 75% y las del BBVA un 73%, si bien otras entidades españolas, como el Banco Santander o Bankinter, han subido aún más. La posibilidad de que la opa no prospere alejaría las potenciales sinergias pero también “devolvería algo de certidumbre a una entidad que lleva mucho tiempo con dudas sobre su futuro”, matiza el director de inversiones de una aseguradora española. “Eso sí, la dirección tendría que reconstruir un relato atractivo para los inversores”.
En el caso del Sabadell —en ese escenario de aceptación inferior al 30%—, aunque sus directivos saldrían victoriosos tras haber repelido la acometida de un gigante como el BBVA, es probable que su cotización bursátil también sufriera a corto plazo. “Si el BBVA se retira por completo, desaparece un suelo de cotización que ha permitido que las acciones del Sabadell tengan un precio de entre 3,2 y 3,4 euros”, argumenta el gestor de un fondo de Bolsa española. Sin opa, ya no hay un comprador seguro. Ya no habría un duelo de relatos, sino la dictadura del señor mercado. La mayoría de analistas que sigue la evolución del Sabadell, no le otorga mucho recorrido para los próximos meses. Los títulos cerraron el viernes en 3,2 euros y hay casas como BNP Paribas, Oddo BHF o Citi que creen que en un año valdrán 3,2 euros o menos.
El escenario central para la mayoría de los gestores de activos, no obstante, es que el porcentaje de aceptación se quede entre el 30% y el 50%, y que el BBVA tenga que lanzar una segunda opa, esta vez en efectivo, sobre el 100% del capital de la entidad. Incluso quedándose con menos del 40% ya podría imponerse en una hipotética junta de accionistas para sustituir a la directiva del Sabadell.
En este caso, también podría haber una corrección transitoria para los títulos del BBVA. Por dos motivos. En primer lugar, por el papel de los fondos oportunistas. Los llamados de cazadores de opas han desplegado una estrategia consistente en comprar acciones (u opciones) del Sabadell y apostar contra el BBVA. La mayoría de ellos han acudido a la opa, de acuerdo con diversas fuentes financieras. Cuando permuten los títulos del Sabadell por los del BBVA, van a querer venderlos, puesto que ya habrían cerrado su jugada. Eso puede implicar una caída temporal en la evolución de su cotización, si bien el impacto dependerá de en qué medida estas ventas estuvieran ya cubiertas en el mercado de derivados.
En segundo lugar, esta eventual opa tendría que ser en efectivo o dar la opción en efectivo. Si esto ocurre, los expertos del banco norteamericano Citi consideran que habría “presión a corto plazo” sobre los títulos del BBVA, puesto que tendría que realizar una ampliación de capital para conseguir efectivo. El precio equitativo de compra lo fijará, en este caso, la CNMV, para proteger a los inversores minoristas. Si con la primera opa se queda en un umbral de aceptación del 35% y tiene que lanzar la opa sobre el 65% restante, necesitaría 11.000 millones de euros en efectivo. La ampliación de capital la realizaría “con un descuento del 5% sobre el precio actual de las acciones”, calcula Citi.
Aprobación superior al 50% y toma de control
De acuerdo con diferentes casas de análisis y gestores de activos, en los últimos días de la contienda la balanza se inclinó hacia los intereses del BBVA. Si, ya sea con una primera opa o con una segunda, la operación prospera, ¿qué consecuencias tendrá para los títulos de Sabadell?
Las condiciones impuestas por el Gobierno hacen que el BBVA no pueda absorber inmediatamente el banco opado, sino que tendrá que mantenerlo como entidad autónoma durante tres años, ampliables a cinco. Esto podría provocar algunos incentivos perversos, que resume un operador de mercado: “Una vez que tome el control, el BBVA no tendría interés por sostener la cotización del Sabadell; al contrario, puesto que tendría mucho tiempo para ir comprando acciones en mercado, antes de tener que acometer la integración”.
Mirando las acciones del BBVA, en cambio, el fin de este periodo de incertidumbre y el triunfo del relato sobre la generación de valor para el accionista con la suma del Sabadell, pueden ser un buen catalizador para su evolución a medio plazo. Además, como subraya Jaume Puig, director de inversiones de GVC Gaesco, “para el BBVA sería un éxito porque habrían comprado muy barato”. Otro argumento más que hace pensar que la acción tendría recorrido alcista.