La bruma corporal que se agota en esta tienda de Madrid
No es casualidad que en mi última visita a la famosa tienda Lush de la calle del Carmen de Madrid estuviera agotada la bruma corporal que protagoniza el titular de este artículo, Twilight Body Spray. Suele pasar. Suele agotarse con frecuencia. Es un producto icónico que atesora centenares de reseñas honestas. Y el boca a boca que caracteriza la fama de todos los productos de la casa también confirma el furor. Recordemos que en 2021 Lush decidió dejar de usar las principales plataformas sociales porque, en palabras de Jack Constantine, inventor de productos de la casa, “las redes sociales ahora están diseñadas para mantener a las personas enganchadas durante el mayor tiempo posible, con algoritmos creados para evitar que desconecten y se relajen. Por lo tanto, son todo lo contrario a una bomba de baño y a todos nuestros productos en general”. Y así sigue siendo a día de hoy. En TikTok, ese gran escaparate de tendencias beauty, se habla mucho de sus productos. Pero desde la marca no se genera contenido en esta red desde ese 26 de noviembre de 2021 en el que decidieron retirarse. Y sí, volvemos a la bruma, pero este contexto era necesario para entender mejor el fenómeno.
La importancia de crear un ritual de noche para hacer ‘corto y cambio’
El caso es que Twilight Body Spray de Lush es uno de los productos más buscados en esta concurrida tienda de Madrid. Y, tal y como nos confirman desde el equipo de la tienda, los usos que le dan sus clientes habituales van más allá de su aplicación original para hidratar y perfumar la piel. A la gente le gusta mucho utilizarlo por la noche y vaporizarlo en las sábanas porque su aroma de lavanda, absoluto de tonka y aceite de ylang ylang no solo huelen bien, sino que tiene todas las papeletas para fomentar la relajación. “Muchos clientes nos cuentan que Twilight se ha convertido en parte esencial de su ritual nocturno, utilizándolo no sólo como spray corporal, sino también como bruma para la ropa de cama, asociando su perfume con el momento de descanso y ayudándoles a conciliar el sueño”. De hecho basta con bucear entre todas esas reseñas para comprobarlo. “Perfecto para la almohada. No sé cuántas veces lo he comprado ya. Lo echo en la almohada antes de irme a dormir y el maravilloso olor cala mientras estás acostada, relajándome y ayudando a conciliar el sueño con mayor facilidad. Hasta después de lavar las sábanas queda un pequeño halo de olor, denotando la calidad de las esencias”, dice una de esas reseñas.
Este furor confirma la gran tendencia wellness de 2024, esa en la que los ambientadores y perfumes para la ropa están ocupando un lugar privilegiado en nuestras vidas y en el mercado de la belleza, donde está experimentando un gran crecimiento. No en vano, usar un perfume diferente para dormir y/o vaporizarlo en las sábanas es una manera de separar el día de la noche, induciendo a nuestro cerebro a que se ponga en modo off. Algo que necesitamos más que nunca.