La crema hidratante de cuerpo que no da pereza ponerse
El mundo beauty se divide en dos tipos de personas: las que usan crema hidratante de cuerpo a diario y las que no (en este grupo podemos englobar a las que, movidas por las prisas y el destape, la utilizan solo en verano). Me atrevería a decir que la inmensa mayoría de las que no la usan no lo hacen por pereza pura y dura. Por miedo a que un acabado excesivamente untuoso deje la piel engrasada con todos los beauty dramas que eso implica: que se manche la ropa, que se deje rastro en la silla al sentarse, que se manche el pelo si te lo tocas sin haberte lavado las manos… Por eso, encontrar una crema de cuerpo que hidrate mucho pero no engrase ya facilita que la obligación se convierta en devoción y el usar crema tras la ducha sea un hecho. Si encima huele bien, el momento puede ser incluso placentero.
Si estás en plena búsqueda de una crema de cuerpo que cumpla con tanto requisito, tenemos buenas noticias. Freshly, la marca española que consigue generar hype y listas de espera con muchos de sus lanzamientos (su Golden Radiance Body Oil tuvo en vilo a 10.000 personas tras agotarse en cinco días) ha lanzado una crema de cuerpo ligera, súper hidratante y con notas de coco y caramelo: Prebiotic Balance Body Lotion.
Una fórmula ligera pero efectiva (a base de prebióticos)
Su fórmula prebiótica equilibra el microbioma cutáneo, favoreciendo los microorganismos buenos e inhibiendo los malos. Eso se traduce en una piel protegida y fuerte. A lo que hay que sumar la acción de la manteca de karité y escualeno para hidratar y las ceramidas para fortalecer la barrera cutánea. Esto, traducido a hechos mundanos y reales, implica que tras su uso la piel está más hidratada (sin restos grasos) y el brillo y el glow que queda en la piel tras su uso permanece todo el día, lo que confirma su (eficaz) poder hidratante.
Su olor a caramelo para facilitar la recurrencia
Como dicen los expertos, el mejor cosmético es el que se usa, así que para que una crema hidratante haga su función, es necesario ser constante en su uso. Y uno de los factores que más pueden facilitar la adhesión a un cosmético, además de la textura, es el el olor. En este caso es dulce y limpio, por las notas de coco, almendra y caramelo, pero sutil y nada empalagoso. Lo suficientemente rico como para que ponerse crema hidratante tras la ducha no vuelva a darnos pereza. Nunca más.