Dos palabras y una expresión italiana para resumir al completo un estilo de vida hedonista, con esencia mediterránea y donde la sofisticación se mezcla con la espontaneidad, los paparazzi y Fellini. La Roma de finales de los años 50 y principios de los 60, con su vitalidad de posguerra, sigue invitándonos aún hoy a partes iguales al descanso y al entretenimiento. Una dolce vita siempre apetecible que mantiene intacta su capacidad para inspirar, como demuestra al darle nombre a la nueva colección de Atelier Pottery, la firma especializada en joyería de María Vega de Seoane.
María Vega de Seoane, de Atelier Pottery.Atelier Pottery
Impulsada por un viaje a Cerdeña, la creativa comenzó a bocetar este proyecto que resume la esencia del bel paese y una visión personal del mismo, construida a través de diferentes viajes por su geografía. “La isla me enamoró y a partir de ella empecé a recordar otros viajes que he hecho por Italia, desde el Lago di Como a Venecia y a esquiar en los Dolomitas”, cuenta De Seoane sobre el proceso de diseño de la misma. Aunque tal y como narra, el magnetismo no habría sido el mismo sin su gente o la combinación con otros elementos locales, como la gastronomía o los paisajes. “Me encanta esa elegancia que tienen las italianas, la importancia que le dan a la astronomía y como saben divertirse. Pero también el mar, un plato de pasta recién hecha, un cóctel Bellini, el sonido de las chicharras, los olivos o las granadas”.
Ingredientes más que suficientes para dar lugar a la postal perfecta del verano y que, con el entorno como hilo conductor, traduce en anillos, colgantes, pendientes y pulseras de inspiración botánica. En ellas se reproducen las siluetas de las orquídeas o las peonías en todos los colores, con el propósito de hacerlas eternas. “Las flores existen para alegrarnos la vista, el olfato y el humor. Son una maravilla de la naturaleza, pero son efímeras y duran poco. Las mías duran toda la vida”.
Atelier Pottery
Atelier Pottery
Estas, que ya elaboraron los trofeos de los Premios Vogue Belleza 2024, son una de las fuentes de creatividad más potentes (y recurrentes) para dar forma a Atelier Pottery. Un motivo que para la diseñadora dificulta elegir favoritas de entre todas las que produce, aunque en la colección exista un modelo especial. “Diría que mi preferida es la rosa. Le he puesto el nombre ‘Rosita’ a uno de los modelos por mi abuela, ya que me recuerda a ella y siempre dicen que estaría muy feliz en el taller creando conmigo”. Además, recurre a estas por dos cualidades, la elegancia y la feminidad, que se perciben en las joyas. “Creo que tenemos que aspirar no a ser perfectas, sino a encontrar nuestra esencia y unicidad. Es lo que pretendo ensalzar con ‘La Dolce Vita’, la belleza de todas nosotras”. Objetivo en el que según relata, siempre está presente el confort y su propia experiencia personal, ya que no concibe crear colecciones que no sean agradables de llevar. “Para mí esto es muy importante: si una mujer está incómoda no puede disfrutar”.
