Dos series diarias españolas, Valle salvaje y Regreso a Las Sabinas, optarán el 24 de noviembre a llevarse el premio a la mejor telenovela en los Emmy Internacionales. El año pasado, otras dos producciones españolas, Salón de té La Moderna y La Promesa, estuvieron nominadas, y la segunda incluso se llevó el premio que otorga la Academia Internacional de las Artes y las Ciencias de la Televisión. Y dos años antes, Dos vidas, otra diaria española, fue candidata al galardón. Lo que entonces era algo anecdótico hoy ya parece habitual: el mundo está prestando atención a las series diarias españolas y las aplaude.
“Es algo absolutamente anómalo”, dice Luis Santamaría, director general de Boomerang TV, productora de series diarias como La Moderna o El secreto de Puente Viejo. “Cuando estuvimos nominados el año pasado, los académicos nos explicaron en Nueva York que era una absoluta rareza que dos series de un mismo país compitieran por un mismo premio. Era algo extraordinario un año, y que suceda dos seguidos… Habla de que se están haciendo las cosas bien”, reflexiona.
Las series diarias son las grandes supervivientes de la ficción en la televisión en abierto. Sueños de libertad (Antena 3) es la serie española más vista y desde finales de septiembre está disponible en Latinoamérica y Brasil a través de HBO Max. La Promesa es un valor seguro en las tardes de La 1, con una fidelidad a prueba de bombas, y la audiencia de Valle salvaje ha ido en ascenso y asentándose con el tiempo. Las plataformas también han querido aprovechar la gran capacidad de las diarias para atrapar a los espectadores durante prolongados periodos de tiempo: Netflix adquirió Valle salvaje para lanzarla de forma diaria en todos los países de habla hispana pocas horas después de su emisión en La 1, y Disney+ apostó por la primera serie diaria española exclusiva de plataforma, Regreso a Las Sabinas.

España tiene una larga tradición en series diarias, tanto en la televisión de cobertura nacional como en las emisoras autonómicas. ¿Por qué este reconocimiento internacional ahora? “Hay más ventanas en Latinoamérica que las que había hace 10 años, y hay más gente que puede ver más cosas hechas en España”, dice Jaume Banacolocha, consejero delegado de Diagonal TV, productora de Regreso a Las Sabinas y Sueños de libertad. “Ha habido una expansión del modesto audiovisual español, donde tanta piedra hemos picado tanta gente”, añade Jordi Frades, director general de Diagonal TV. “Antes vivíamos mucho del autoconsumo, hacíamos las series que nos gustaban, para nuestro público. Ahora somos más industria que nunca, para lo bueno y para lo malo”, agrega Frades. Ramón Campos, fundador de Bambú Producciones, la compañía responsable de Valle salvaje y La Promesa, coincide en la importancia de la proyección internacional para este gran momento que vive el formato y destaca el peso que tuvo para la victoria en los Emmy la emisión de La Promesa en HBO Max en Latinoamérica.
Uno de los factores diferenciales de las series diarias españolas, según Campos, es su alto valor de producción. “Hacemos muy bien la época, y eso hace que sean series muy llamativas. Hacemos un híbrido entre las antiguas diarias y las series de prime time”, explica. Para Jordi Frades, el gran referente actual en las telenovelas son las series turcas. “Turquía nos ha hecho ponernos las pilas a todos”, dice de producciones que se ruedan completamente en exteriores, algo que replicaron en Regreso a Las Sabinas. “Son pequeñas apuestas que hacen que nuestras series sean un poco mejores cada vez. En comparación con los decorados de cartón piedra de cuando hacíamos Poble Nou (1994), una de las primeras, se nota mucho el cambio”.

Luis Santamaría ahonda en las diferencias de las series turcas: “Trabajan con un diseño de producción más ambicioso en lo económico que el nuestro. No trabajan en platós, es todo exteriores, con lo que es difícil competir con ellas en cuanto a lo visual. Pero en España, con unos presupuestos más ajustados, los resultados son extraordinarios. La base de todo está en las historias, tenemos muy buenos escritores que dominan el formato”, dice el director general de Boomerang TV, productora que, precisamente, tiene en desarrollo una serie diaria. La capacidad de la ficción española para optimizar recursos es otro de los elementos que, según los expertos, distingue al producto patrio del extranjero.
Aunque la evolución de la calidad de las series diarias ha sido progresiva y de la mano de las hechas para prime time, los productores señalan hitos recientes en este camino. Para Josep Cister, productor ejecutivo de Bambú Producciones, Dos vidas supuso un salto decisivo. “Fue la primera nominación en mucho tiempo para una serie española cuando en realidad veníamos de hacer muchas series diarias. Ahí aprendimos un camino que se consolidó con La Promesa y del que el máximo exponente es Valle salvaje”, dice, mencionando tres series que han sido reconocidas con nominaciones o premios en los Emmy Internacionales y que ha producido Bambú.

Jaume Banacolocha señala a La Promesa y Sueños de libertad, que se estrenaron con un año de diferencia, como dos producciones en las que se nota un salto cualitativo. “Se han dado cuenta de que no podíamos seguir con el mismo presupuesto. Con el presupuesto de Amar es para siempre poco podríamos haber mejorado el producto”, dice Banacolocha. “Pero es algo que se ha ido haciendo poco a poco”, tercia Frades. “Es verdad que Amar llevaba tantos años que no podías cambiarla radicalmente, pero cada productora ha ido intentando actualizar el universo de las diarias cuando han ido haciendo series nuevas”, completa el productor ejecutivo de Regreso a Las Sabinas, que confirma que no habrá nueva temporada de la serie de Disney+.
Para Ramón Campos, con sus historias de amor, celos y traiciones, las series diarias cubren un hueco que ha dejado libre el prime time de la televisión en abierto. “Hay mucha gente que no tiene plataformas y quieren ver esas series. Es gente que antes igual veía Velvet, Gran Hotel o El tiempo entre costuras, y ahora en el abierto no tienen esas historias. Ahí entran las diarias”, dice el productor y guionista.
Si Valle salvaje o Bienvenido a Las Sabinas consiguieran el 24 de noviembre alzarse con el premio (otras dos opciones españolas al Emmy Internacional son las del actor Oriol Pla por Yo, adicto y del documental deportivo #SeAcabó: diario de las campeonas), se alcanzaría otro hito histórico, aunque sus protagonistas lo ven complicado. ¿Cómo se puede seguir impulsando este momento dorado de las series diarias españolas? “Teniendo un poco más de dinero para poder rodar más tiempo”, dice Jordi Frades. “Por cuestiones de producción, estamos limitados a un número de secuencias determinado. No hay una narrativa más cercana a las series premium, donde una secuencia puede durar 30 segundos y otra cinco minutos. Eso es lo siguiente a cambiar, poder hacer una estructura más cercana a las series premium. Pero cualquier cambio hay que hacerlo con prudencia, porque lo que se está haciendo ahora funciona. No nos vayamos a poner estupendos y nos carguemos lo que ya funciona”.