En 1958 se estrenó una de las mejores comedias del cine español: ‘El pisito’. La película narra, en clave de sátira costumbrista y con mucho humor negro, las dificultades de una pareja que ronda los 40 años para encontrar piso en el Madrid de la época (anterior al II Plan Nacional de la Vivienda de 1961), hasta el punto de verse obligada a esperar la muerte de una anciana para poder heredar la vivienda.
Casi 70 años después, la historia se repite. La segunda temporada de ‘Poquita fe’ (Movistar+) cuenta prácticamente lo mismo -con los matices propios del contexto actual- que la película de Marco Ferreri y Rafael Azcona. Un hecho que no parece hablar demasiado bien de cómo ha evolucionado España desde un punto de visto socioeconómico en las últimas décadas. Solo falta que emigren dos millones de españoles, Abascal se erija en nuevo caudillo y las mujeres vuelvan a llevar pañuelos en la cabeza como Doña Rogelia, para regresar a la España de los primeros 60 (la turistificación ya la tenemos).
Lo que tampoco ha cambiado con el paso de los años es el talento para la comedia del dúo Montero y Maidagán. Esta segunda temporada de ‘Poquita fe’ es aún mejor que la primera. No solo sigue teniendo varios gags con potencial de viralización como ocurrió con la famosa escena de los besos: el padre paseando con la bragueta abierta o con sombrero, los chistes sobre el anorak o el jersey de alpaca, el piso “coqueto”, el grafitero nazi, la discusión de la familia con el suelo recién “fregado”…, sino que también está mucho mejor hilvanada narrativamente.
Los problemas de vivienda de la pareja protagonista les sirve a los directores como sustancioso conflicto dramático para, por una parte, articular de forma muy orgánica toda la narración y, por otra, trazar una radiografía tan divertida como punzante de la sociedad española actual, combinando de manera extraordinaria el humor costumbrista con el absurdo.
Un conflicto que, además, les da la oportunidad de ampliar la presencia de los personajes secundarios: amigos y familiares de la pareja se convierten en los auténticos protagonistas de muchos de los mejores gags de esta temporada (son tan buenos que logran que nos olvidemos de lo molesto que resulta ver cada dos por tres a los personajes anunciando una marca de cerveza).
Si el año pasado, ‘Poquita fe’ no tuvo rival en los premios como mejor serie cómica, este año el duelo con la también fabulosa ‘Superstar’ promete ser épico.

