Esta falda se ha convertido en un básico de mi armario
Lo confieso: soy de esas personas que cuando engancha algo que le gusta como le sienta no lo suelta. Y con no lo suelta no me refiero únicamente a que me lo ponga sin parar (que también) sino que empiezo a comprarlo en todos los colores posibles porque sé que realmente voy a sacarle mucho partido. Pues bien, recientemente me pasó con lo que yo llamo ‘mi nueva falda base’, una prenda satinada y minimal que no dejo de ver en todas las cuentas cool de Tik Tok y en Instagram y que te invita a crear infinidad de looks diferentes a la hora de estilizarla.
Llegó a mi vida en blanco níveo, como una opción para mi preboda. Al ver lo bien que sentaba con otra de mis prendas fetiche –un blazer estructurado y ligeramente oversize–, compré el mismo diseño en negro. Terminé comprando otra en color marrón, una de las tendencias de la temporada y mi última adquisición de esta semana fue un diseño granate de Zara. También la tengo de animal print porque no pude resistirme a lo bien que sienta con un jersey de cuello en color negro.
Sí, lo sé, son demasiadas, pero de verdad que es una de las prendas a las que más le he sacado partido en los últimos meses. ¿Las razones? Se puede combinar fácilmente con un jersey básico y unas botas altas, también con una camisa elegante y unos stilettos incluso con una sudadera, zapatillas y calcetines. Las posibilidades son infinitas y precisamente por eso la he bautizado como la falda base, porque solo con ella puedo crear infinidad de looks sofisticados y elegantes.