La familia, una motivación poderosa en el trabajo
Durante décadas, las ciencias sociales se han encargado de estudiar el papel de la familia como un agente que ejerce presión sobre el trabajo mediante demandas de recursos económicos, tiempo y energía. En la mayoría de los casos, trabajamos para satisfacer los requerimientos familiares a través de recompensas económicas. Y, aunque esto sigue siendo así, en la actualidad los investigadores están empezando a valorar aspectos más positivos de esta relación, más allá del tradicional binomio causa-efecto. La motivación familiar tiene un papel crucial en el modo en que percibimos y valoramos las actividades laborales: además de mejorar nuestro rendimiento, hace que disminuya nuestra intención de abandonar un empleo.
“La familia es nuestro primer círculo social y, como tal, moldea nuestros valores, creencias y aspiraciones. Por lo tanto, el papel que juega en la motivación personal y profesional es fundamental. Para bien, o para mal”, asegura Silvia Soria, mentora en orientación vocacional y emprendimiento consciente. “Si lo que ofrece es un entorno de apoyo emocional, de seguridad, de amor, de reconocimiento y de pertenencia, la persona que forme parte de él se sentirá respaldada de forma incondicional. Esto se traduce en una mayor confianza y estabilidad”.
Motivación familiar como motor de cambio
A falta de motivación intrínseca, aquella relacionada con el deseo interno y el propio goce personal, el apoyo familiar puede ser la recompensa externa que dé sentido y significado a nuestro trabajo. “Un ambiente familiar donde se fomenta la comunicación honesta y respetuosa hace que podamos expresar con facilidad nuestros deseos y necesidades; puede ser un refugio seguro durante los momentos difíciles y una fuente de motivación si se reconocen y celebran nuestros logros”, prosigue la fundadora y CEO de Universo Poderosas, una comunidad educativa de autoconocimiento, vocación y emprendimiento consciente para mujeres. “Todo ello facilita la toma de decisiones y la implementación de cambios”.
¿Cómo puede la familia influir en la capacidad para adoptar y mantener cambios positivos en nuestra vida? “A todos nos suena el dicho: ‘Yo moriría por mi familia’, ¿verdad?”, responde Soria. “Pues lo más valiente no es morir, sino vivir por ella”. Lo que significa adoptar y mantener esos cambios positivos, ya sea en términos de hábitos saludables, cambio de carrera o desarrollo personal. “Las personas con las que tienes un vínculo tan estrecho proporcionan el aliento necesario para superar obstáculos que surgen en el camino e incorporar y consolidar cambios positivos en nuestra vida, ya sea por sus palabras y gestos de ánimo o porque sean el propio motivo de tu transformación, es decir, porque tú decidieras cambiar por amor hacia ellos”.
La familia como trampolín en el ámbito laboral
Cuando la familia es un respaldo y una fuente de motivación personal y profesional, puede actuar como un trampolín en el ámbito laboral. “Tener el respaldo y la comprensión de tus seres queridos puede facilitar la transición a un nuevo trabajo y reducir el estrés asociado con el cambio”, prosigue la coach. También puede proporcionar una red de apoyo financiero, lo que permite asumir ciertos riesgos laborales. “En ocasiones, las familias pueden adaptarse y ofrecer la flexibilidad necesaria para que sus miembros, ya sean hombres o mujeres, puedan desarrollar sus carreras profesionales”.
En un mundo ideal, el desarrollo profesional no debería ser distinto entre hombres y mujeres, pero la realidad nos dice que, muchas veces, a la hora de hacer sacrificios laborales por la familia, somos nosotras las principales perjudicadas. “La corresponsabilidad real en el hogar es clave para estar en igualdad de condiciones y para sentirnos capaces y apoyadas de forma incondicional, pero, lamentablemente, hay muchas familias afectadas todavía por los roles tradicionales de género que afectan al reparto de las tareas y del cuidado”, recuerda la licenciada en ADE por la Universidad de Deusto y creadora del Método Poder, metodología enfocada en guiar y acompañar a las personas en procesos de cambios profesionales.
La familia como fuente de inspiración
La familia puede ser una fuente constante de inspiración, tanto para alcanzar metas y superar desafíos como para impulsarnos a querer proporcionar una vida mejor a nuestros seres queridos. “Eso también nos puede motivar a esforzarnos más, buscar oportunidades de crecimiento y asumir riesgos calculados”, comenta la mentora en orientación vocacional y emprendimiento consciente. También es uno de los motivos por los que las mujeres toman la decisión de emprender. “Si estas tienen familia, especialmente hijos, dos de las razones son: pasar más tiempo con ellos y buscar un equilibrio entre la vida personal y profesional que es difícil de encontrar hoy en día con un trabajo convencional”.
Emprender ofrece la oportunidad de diseñar un horario flexible, trabajar desde casa y tener un mayor control sobre el tiempo que se dedica a la familia y a los negocios. No obstante, también hay que tener en cuenta que comporta otros sacrificios. “A veces, esta decisión significa abandonar altos cargos o renunciar a una carrera profesional. Otras, es precisamente el emprendimiento el que las impulsa a llegar más lejos laboralmente, a ser más independientes y a experimentar oportunidades emocionantes”, concluye Silvia Soria. “Sea como sea, es innegable que la familia actúa como un motor interno y externo que impulsa al cambio”.