No, las danesas no son precisamente reconocibles en su estilo por abogar por alturas imperiosas y tacones incómodos. En su lugar, estas prescriptoras de moda han elegido opciones varias como unas chanclas o unas zapatillas Salomon para conseguir looks efectivos. En esa línea, la semana de la moda de Copenhague se está sucediendo en 2024 como una mina de inspiración para todo aquel que prefiere calzarse diseños planos.
En particular, las asistentes a los desfiles han puesto de manifiesto que si hay un zapato cómodo este verano que lucir a todas horas, esas son las bailarinas. Si su versión en color negro es el favorito absoluto de expertas como Kaia Gerber, las alternativas que estamos encontrando estos días en el street style de la capital danesa es más variada. Hemos visto bailarinas de ballet como las de Miu Miu, en delicado raso y con la goma ajustada al empeine. Pero sobre todo imperan los mary-janes negros como una fórmula versátil que igual se combina con unos pantalones chinos y una blusa blanca que una falda asimétrica combinada con una camiseta tipo ropa interior.
El motivo de este tema no radica tanto en el zapato en sí, sino más bien en la manera de combinarlo. El leitmotiv de todos estos estilismos pasa por sumarle a las bailarinas o las merceditas unos calcetines para conseguir la apuesta más naíf de la calle. De hecho, este accesorio en color blanco es un básico al que perder el miedo para probar nuevas ideas frente al armario. En Copenhague suelen ser muy osadas a la hora de vestir, pero son la mejor prueba de que te puedes divertir mucho con los resultados. Un vestido o una falda, midi o mini, puede ser un buen punto de partida para sumarle este tándem imbatible. Jugar con las texturas del calcetín, por ejemplo, con calados, es una forma de romper con el toque deportivo que siempre tiene este complemento en los tonos neutros.
Photographed by Acielle / Style Du Monde
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