Sin embargo, The Row no fue la primera en adentrarse en el territorio de las microgabardinas: si nos remontamos a la primavera de 2024, recordaremos que Phoebe Philo, la reina del lujo silencioso, propuso una silueta similar a través de una gabardina de cuello alto rematada con un largo pañuelo y combinada con medias negras, botas y una mirada imperiosa. No nos hagamos ilusiones: la mujer del microtrench es superior a todas nosotras, solo que no lo proclama a voces.
Y aunque estas modernas declinaciones son propias de una marca de lujo muy propia de 2025, su linaje se remonta al Burberry de la época de Christopher Bailey. Tras la crisis económica de 2008, El diseñador británico creó un deslumbrante mundo de pequeñas it-girls vestidas con gabardinas cortas, extremidades colgantes, ondas despeinadas y Blackberrys en la mano. Todas queríamos ser como ellas, tomar prestada su ropa y estar al tanto de sus cotilleos en primera fila: era el posicionamiento de marca en estado puro.
Puede que el microtrench 2.0 esté emergiendo en un mundo hastiado, o al menos receloso, de las estratagemas de marketing de las marcas de diseño, pero ahí reside, de nuevo, la belleza de marcas como The Row y Phoebe Philo: nunca han tenido que esforzarse especialmente para conquistarnos, ni a nosotros ni a sus fieles seguidores. Y no cabe duda de que que las habitantes del famoso parque londinense Primrose Hill que se hicieron con esas microgabardinas diseñadas por Bailey (que probablemente aún tengan guardadas en sus armarios) también invertirán en la visión de las hermanas Olsen.
Pero no te preocupes: tener una casa en el norte de Londres no es un requisito ineludible para participar en esta tendencia, ya que esta temporada hay un montón de prendas similares por descubrir en otras firmas más asequibles y en el mercado de segunda mano (empezando por eBay, que tiene muchas piezas originales de Burberry). Eso sí: a la hora de combinarlas, guíate por The Row y Phoebe Philo: medias opacas y, bajo la gabardina, prendas básicas que pasen desapercibidas. Las botas-calcetín ajustadísimas pueden ser todo un desafío para las millennials que ya han sufrido ampollas por llevarlas, pero has de saber que las botas moteras, unos mocasines minimalistas o unas bailarinas también te servirán. Pequeñas pero matonas en toda regla.
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Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk.