La pieza comparte ciertas similitudes con looks de la colección de primavera-verano 2024 de Quinn. «Casualmente, su colección más reciente tenía piezas que, en muchos sentidos, comunicaban o aludían al tema del Met tal y como nosotras lo entendíamos», dice Parker. «Yo había ido a la exposición Sargent and Fashion en la Tate Britain y me había fijado en algunas obras que vi allí, pero al ver su colección me pareció que interpretaba instintivamente el tema.»
El armazón de alambre que sirve de estructura es esencial para el look, y subraya el concepto de lo efímero: «El encaje cortado a mano se aplica sobre el armazón, parece crecer a su alrededor y añade un sutil elemento floral al diseño», explica Quinn a Vogue sobre su vestido esqueleto: “Los cristales incorporan un nivel de dureza e irrompibilidad al brillar sobre el frágil encaje que hay debajo”. Quinn, por su parte, se inspiró especialmente en la idea de preservación: «Siempre me ha fascinado la belleza perdurable de la ropa de archivo de épocas pasadas», dice. «Con este vestido, queríamos jugar con la idea de preservación; el vestido parece tan frágil que es casi efímero, pero con cuidado y mimo se ha construido para durar».
Esta noche marca la 12ª vez que SJP asiste al Met, desde aquella primera edición en 1995 en la que lució un vestido de terciopelo negro de segunda mano. Con los años, ha desarrollado una reputación de estrella imprescindible de la alfombra del museo, desde su look de tartán a juego con Lee McQueen hasta el tocado de oro en llamas que lució en a gala Heavenly Bodies de 2018.
Cuando echa la vista atrás a las galas pasadas, quizá la más memorable para ella fuese la de 2013. «[Tuve que] sentarme en el suelo de un coche durante todo el trayecto hasta la ciudad, literalmente en el suelo, con Hamish Bowles a mi lado perfectamente sentado en un asiento. Es un recuerdo increíble. En primer lugar, porque estaba con Hamish, que fue extraordinario», continúa, «pero también porque era el ejemplo y la ilustración perfecta de lo lejos que eres capaz de llegar cuando el Met te importa, y lo que haces para intentar hacerlo bien y no alterar ni un solo detalle de lo que se ha preparado durante meses: proteger cada cinta, cada detalle, cada volante, toda la arquitectura de un tocado, etc.».