Alrededor de los actores que han interpretado al mítico agente británico James Bond se pueden decir muchas cosas y especularse varios misterios, sin embargo, pocos de ellos son tan increíbles como aquella ocasión en la que un hombre con traje impecable, cabello de revista y porte de caballero se coló en un casting para interpretar al agente 007, todo esto sin ser actor.
En 1969, Eon Productions buscaba rellenar el hueco que había dejado Sean Connery después de cinco entregas realizadas en siete años, por lo que hizo un llamado a varios actores para seleccionar al próximo ‘James Bond‘ tras la salida de Connery al finalizar ‘Sólo se vive dos veces’, lo que los productores nunca imaginaron fue que, al final, el papel lo obtuvo un vendedor de autos que aprovechó la oportunidad de su vida.
Con su facilidad de convencimiento como vendedor de coches, Lazenby logró meterse en el bolsillo a los productores de 007, Harry Saltzman y Cubby Broccoli. Contaba con algunos puntos a su favor; al igual que Connery, había sido un entusiasta del gimnasio: si bien Connery era culturista, Lazenby era modelo, por lo que la parte del atractivo en traje de baño estaba cubierta.
“No tenía nada en la cabeza, ni de día ni de noche, salvo conseguir ese trabajo”, confesó en un documental de EPIX en 2012: Lazenby ya no se dedicaba a vender imprimación ni sellador de pintura, sino que negociaba con millonarios influyentes y lograba mantenerse a flote, aunque en todo aquello había un pequeño inconveniente: Lazenby no tenía preparación como actor.
Las buenas impresiones cuentan
Con la determinación de quedarse con el papel, Lazenby estaba decidido a conseguirlo a cualquier precio, por lo que compró un traje similar al de Connery con un sastre londinense, se compró un Rolex e incluso fue a la barbería de Connery para replicar con precisión el corte de pelo de Bond, buscando verse lo más parecido posible al agente 007 que se vio en la pantalla en aquel entonces.
Aunque Lazenby encajaba perfectamente con la imagen de Bond (y hasta contaba con una impresionante barbilla hendida, por si hacía falta verse más seductor) no tenía ningún contacto que le permitiera llegar a los productores que buscaban al nuevo 007. Como su nombre no aparecía en la lista de candidatos, esperó a que la recepcionista de la audición se distrajera y… se coló. «Simplemente pasé corriendo por las escaleras», confesó sin pudor.
Frente a los productores, Lazenby presentó un currículum totalmente inventado para llamar su atención: entre sus supuestas participaciones, se encontraban falsos trabajos en Alemania, la Unión Soviética y Europa del Este, por lo que no solo el traje y el peinado de Lazenby fueron estratégicamente falsos, sino también su historial profesional.
Inclusoc, cuando se plantó frente al director de casting Dyson Lovell, Lazenby soltó su mejor «Escuché que están buscando a su nuevo James Bond». Lovell, que estaba al teléfono, lo dejó pasar gracias a aquella primera impresión. Por suerte para él, internet todavía no existía, y los productores, lejos de ser ávidos detectives, se tragaron la historia completa.
Sin embargo, para el (ahora sí) actor, la broma resultó ser mucho más grande que su sueño, así que no tuvo más opción que confesarle al director Peter Hunt (que se estrenó también en el universo de Bond con la misma película que Lazenby) que no tenía ninguna experiencia en la actuación, admitiendo la estafa y declarando cómo consiguió el papel antes de que fuera demasiado lejos.
En lugar de que fuera echado del set, Hunt, según se dice, se burló del ingenio y aplomo del impostor que logró engañar a dos de los productores más importantes del planeta. Hunt amaba su audacia, así que, sólo por la filosofía de Hunt de que un director debe centrarse en conseguir a los actores adecuados para los papeles, decidió continuar con el rodaje y no tomarse las películas tan en serio.
Fue así como terminó la historia del actor que interpretó fugazmente a James Bond en sólo una película (a pesar de que había firmado un contrato para siete entregas en total), dejando una huella indeleble en la historia del personaje que, tiempo después retomó Sean Connery con ‘Diamantes para la eternidad’, dejando así una marca en un papel que nunca pudo (o debió) haber hecho suyo.
Fotos de IMDB