Una máscara de pestañas que enamora
Las máscaras de pestañas son como las relaciones; algunas vienen con extra de intensidad y otras pasan casi sin pena ni gloria, pueden ser más o menos duraderas, de las que nos acompañan toda la vida o las que se quedan en un amor pasajero, y también las hay a prueba o no de lágrimas. La mía con esta máscara de pestañas cumple todos los requisitos de una relación sana, y parece que otras 2.500 personas también sienten lo mismo: la máscara Twist Up de Bourjois es un couple goals en toda regla. «Utilizo esta máscara desde hace años, y no la cambio por ninguna otra. Deja mis pestañas largas, definidas y con volumen durante horas», “No se corre, y no deja los típicos ‘ojos de panda’ al meterse en agua. No tiene nada que envidiar a otras marcas conocidas mucho más caras, todo lo contrario. 100% recomendable” o “El cepillo giratorio es una pasada, da curvatura a las pestañas desde la primera aplicación y no se bajan con las horas. Me encanta” son solo algunos de los cientos de comentarios verificados que acumula en su ficha de producto de Amazon, y no es para menos. Porque en esta relación no existen los celos; he aquí la máscara de pestañas que enamora a quien la prueba.
Twist Up de Bourjois en el tono 52 Ultra Black; ultra intensa, ultra duradera y ultra low cost
Descubrí esta máscara de pestañas hará unos cinco o seis años, pero no ha sido hasta la semana pasada cuando una compañera de trabajo me preguntó qué máscara recomendaría cuando me di cuenta de que, aunque haya probado millones en este tiempo, el primer nombre que me viene a la mente cuando me preguntan es siempre el mismo. “Esta de Bourjois hace maravillas, habré repetido ya una docenas de veces, y no me canso”, le respondí. Porque sí, desde que la conocí le he sido fiel —aunque con algún que otro desliz de por medio, todo hay que decirlo, pero siempre volviendo de nuevo a ella—, y la he recomendado por activa y por pasiva a amistades y conocidos.¿La premisa? Cumple todo lo que espero de una máscara, con un plus extra de lo más original: su cepillo de silicona transformable 2 en 1 que alarga y separa las pestañas en su primera posición, y voluminiza e intensifica en la segunda. Un cambio que se hace efectivo con un gesto tan sencillo como girar la parte superior de su tapón para extender o retraer su coupillon. Además no deja grumos, es fácil de desmaquillar y apta para ojos sensibles, y está disponible en negro, negro intenso y marrón, incluyendo también una fórmula con micro fibras vegetales pensada para intensificar todavía más la mirada. Así, esta firma parisina de toda la vida —nació ni más ni menos que en 1863— consiguió transportar a nuestros neceseres el je ne sais quoi parisino sin el que yo, al menos, ya no puedo vivir.
