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Tal es la profunda impresión que dejó David Bowie en una legión de futuros artistas que se convertorían en estrellas.
Cuento la anécdota cariñosa de Kate Bush sobre tener que salir de la habitación para recuperar el aliento cuando se lo encontró en los estudios Abbey Road, O Brett Anderson de Suede conociendo a su héroe para un artículo de NME de 1993 que documenta su claro asombro y fascinación.
Y la fascinación del líder de Nine Inch Nails, Trent Reznor, diciéndo que incluso durante su exitosa era Broken estudiaba obsesivamente el trabajo de Bowie, encontrando una gran influencia que eventualmente culminó en una colaboración conjunta en los años 90.
Es difícil imaginarlo ahora, pero hubo un tiempo en el que Arctic Monkeys no vestía elegantes trajes ni llenaba estadios en todo el mundo, sino que inicialmente era solo otra banda que se subía a la ola indie, diferenciándose y atrayendo la atención de la crítica con la lengua afilada y lírica del cantante Alex Turner y su dominio seguro de la composición de canciones muy por delante de su edad.
Generalmente considerados como la primera banda en utilizar Internet como herramienta de promoción, su disco de 2006 Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not fue el álbum debut de ventas más rápidas en la historia del Reino Unido, y los lanzó rápidamente más allá de la falsa etiqueta “indie” al gran éxito comercial.
Si bien su éxito local fue un torbellino de cabezas de cartel en Glastonbury y premios Brit, su salto internacional no despegó hasta el AM de 2013.
Y cuando lo conocieron se quedaron atónitos.
“No sabíamos qué decirle, ya sabes. Estábamos abrumados. Era como un tren desbocado en aquellos días”.
El 2006 fue un año curioso para Bowie, el comienzo de su ausencia de diez años y su regreso triunfal con dos álbumes antes de su muerte en 2016.
Tras sufrir una obstrucción aguda de la arteria coronaria mientras estaba en el escenario en Alemania, Bowie anunció un paréntesis en el mundo de la música, manteniendo sus apariciones públicas discretas y sin ninguna señal de gira o álbum en preparación.
Bowie, que siempre “sorprende” , se unió a David Gilmour en el escenario en un concierto del Royal Albert Hall y tocó con Alicia Keys como parte del concierto benéfico Keep a Child Alive en el Hammerstein Ballroom de Nueva York, la última vez que actuaría en vivo.
Arctic Monkeys y Bowie se cruzarían de nuevo sin darse cuenta. En una entrevista con Jo Whiley en Radio 2, Turner reveló que su manager de gira había echado a Bowie de una mesa VIP en uno de sus conciertos:
“Tenían mesas en la parte superior para invitados e invitados VIP, y creo que Bowie estaba sentado allí con quienquiera que fuera”.
Añadió:
“Nuestro manager de gira ni siquiera se dio cuenta y lo movió para que mi hermano y su esposa pudieran sentarse allí y mirarlo y tener una mejor vista. No dijo nada como, ‘Soy David Bowie’, simplemente se movió educadamente y luego vino a saludarnos”. Qué caballero.
La versión de Alex Turner con su grupo accidental The Last Shadow Puppets ,con una versión del tema de Bowie “Moonage Daydream”.
, The Lasds
