Ha escrito canciones con Aitana, Juanes o Morat, ha cantado con Andrea Bocelli en Hyde Park, ha ganado el Grammy Latino a Artista Revelación con 19 años, está cerca del millón de seguidores en Instagram y de los 700.000 en TikTok… Joaquina representa el futuro, pero ya ha conquistado el presente.
La cantautora y productora venezolana ha escrito ‘al romper la burbuja’, su debut discográfico, entre los 18 y los 20 años. Aun así, ha conseguido plasmar una madurez inusual en una colección de canciones que cuentan perfectamente lo que significa hacerse mayor, con sus dolores y alegrías. ¿Su objetivo? Escucharlas dentro de 50 años y sentirse orgullosa.
Joaquina celebrará todos estos pedazos de vida en directo hoy, 6 de febrero, en la Sala But de Madrid. Todas las entradas están agotadas. Sin embargo, estáis a tiempo de verla el próximo 8 de febrero en Barcelona, en Paral·lel 62. Hablamos con ella sobre la presión, las casualidades, crecer en las canciones y las comparaciones con Olivia Rodrigo.
Mencionas Madrid en tu disco. Has estado mucho por aquí, ¿no?
Sí, he estado varios meses. Escribí ‘pesimista’ en mi primer viaje y recuerdo estar en un cuarto de hotel sola, sin mi familia, sin nadie, y yo pensaba: «Wow, qué loco estar tan lejos de casa trabajando, haciendo esto, en una ciudad que no conozco…». Entonces, Madrid se volvió como una metáfora de lo que es estar lejos de lo que tú conoces.
¿Cuánto hace de esto?
Casi dos años. Esa fue la primera canción que escribí para este disco.
¿Cómo te sientes ahora que está fuera?
Como estar pariendo un hijo. Es súper gratificante poder tener un proyecto que me enorgullezca y poder sacarlo al completo.
Es un proyecto lleno de canciones autobiográficas, escritas en unos años muy clave en la vida de una persona. ¿Tu crecimiento personal ha moldeado de alguna manera el proceso creativo del disco? ¿O al revés?
Yo creo que ambas. Inevitablemente, mi crecimiento personal está reflejado en el disco, pero creo que también descubrí muchas cosas de mí personalmente, no solamente profesionalmente, haciendo el disco.
¿Qué descubriste?
A nivel profesional descubrí muchas partes de mí como compositora y productora. Lo que me gusta, lo que no, el sonido que más me gusta como productora… Siento que me falta mucho por descubrir, pero por lo menos lo encontré por primera vez.
¿Crees que es algo que dura toda una carrera?
Sí, obvio, y para mí este disco es especial porque es el primero. Aunque me seguiré encontrando, creo que pude tocar temas universales y personales que yo no me había atrevido a tocar antes. Y para mí eso son las canciones, ¿no? Poder hablar de temas de los que no puedes hablar en voz alta.
¿Por qué no puedes decirlo en voz alta?
Para mí las canciones son un escape. Puedo hablar de inseguridades, de cosas que pienso pero no quiero decir, de mi crecimiento como persona… Siento que mi música es muy personal en ese sentido.
¿Qué es lo bueno y lo malo de poner tanto de ti en las canciones?
Yo intento centrarme siempre en lo bueno. Creo que cuando tú aceptas que sientes algo, eso te ayuda a drenarlo y no lo empujas para abajo, ¿me entiendes? Creo que es clave normalizar conversaciones, aunque sea contigo mismo. No tiene que ser de algo profundo, sino simplemente normalizar conversaciones, entender lo que estás sintiendo y poder señalarlo, ¿entiendes? A mí eso es lo que más me ayuda. De lo malo no hace falta hablar.
¿Qué ha sido lo más complicado para ti en estos años al hacerte mayor y compaginarlo con la vida de artista? Que no es la típica para una persona de tu edad.
Claro. Yo simplemente me siento muy privilegiada de estar sacando mi música. Siempre soñé con sacar mis canciones y que una persona las escuchara. Cuando empecé a tener a personas escuchando mis canciones, ya se cumplió mi sueño más grande, aunque siga empezando mi carrera. Siento que la palabra «sacrificio» no tiene que tener una connotación negativa. Esto es lo que yo quise hacer siempre. Creo que seguir tus sueños también tiene que venir con cierta formación. Me molesta cuando la gente le dice a alguien: «¿Cómo vas a estudiar música en la universidad? ¿Cómo vas a estudiar arte?». Me parece que le quita mérito a que el arte es una carrera de verdad. Es una vocación y debe ser estudiada. Hay gente que es autodidacta, sí, hay gente que tiene un don porque lo tiene y ya, pero es algo a lo que le debes respeto.
«El arte es una carrera de verdad. Es una vocación y debe ser estudiada»
Has hablado de que tu objetivo con estas canciones es escucharlas de mayor y emocionarte.
Quiero hacer arte que dure para siempre. Que yo en 50 años pueda estar en un show y las pueda cantar si quiero aunque no sea la misma persona y aunque me ría de mí y diga: «Qué estupida por escribir algo así». A veces, escucho canciones de hace tres años y pienso eso, pero también empatizo con esa versión de mí porque en ese momento lo hice con honestidad. Y me doy mucho autocringe. Siento que todos nos damos un poco de cringe.
‘el Alquimista’ por momentos parece una canción protesta, cuando hablas de las opiniones, de la adicción a las pantallas, las fake news… Y también es la más existencial del disco.
Sí, y por eso es la número 7 en el tracklist. Es la mitad del disco y 7 es un número bíblico, un número divino. El mundo fue hecho en 7 días, 7 pecados…
También sé que te has leído el libro.
El título viene inspirado por el libro, pero el concepto no. Me gusta que hayas dicho que parece una canción protesta porque yo considero que es una canción protesta. Entonces, es como el quiebre del disco.
¿Por qué empiezas a escribirlo?
Llevaba mucho tiempo queriendo escribir una canción con ese concepto. ‘El alquimista’ de Paulo Coelho es un libro que puede ser interpretado de muchas maneras. Yo siempre he sido muy creyente y lo interpreté como mi camino con Dios. Buscar a Dios en todos los aspectos de mi vida y siempre mantener el foco en él. Llegué un día al estudio de Julio Reyes, uno de los productores del disco, y le conté la idea que tenía. Yo siempre he tenido muchas dudas existenciales y había pensado: «¿Cómo sería sentarse en una mesa con el creador del universo y hacerle preguntas?». Es como una necesidad humana que nunca va a ser saciada. Es como un capricho humano. Lo escribí todo en poema, él se sentó al piano y en una hora ya teníamos la canción. Fue una experiencia muy sobrenatural y la posteé en redes porque me conmovió muchísimo. Nunca me había pasado que algo se haga tan viral. 20 millones de visitas o algo así, nunca me había pasado.
¿Eres supersticiosa? ¿Ves esos momentos como una señal o algo parecido?
Diría que no, pero sí soy muy creyente y pienso que Dios te pone cosas en el camino. Creo que las cosas no son casualidad. De hecho, ese día pasaron cosas muy raras. De repente, empecé a ver la palabra «alquimia» en diferentes lugares. A Julio, cuando me fui del estudio, le llegó un mensaje de una amiga con una foto que decía algo como: «Tú eres tu propio alquimista». Cosas raras. De verdad, creo que fue una señal de que esa canción se tenía que escribir.
Ganaste el Grammy Latino a la Mejor Nueva Artista, en 2023. ¿Cómo ha repercutido esto en tu carrera y en el nivel de presión que existe?
Yo creo que la presión es un privilegio. Alguien una vez me dijo eso y siempre lo mantengo conmigo. Siempre quise tener presión. Hoy en día, sería muy tonto por mi parte decir que tengo demasiada presión, porque es lo que yo escogí. Y lo hice porque siento que tengo un propósito a la hora de sacar música y de escribir mis canciones. No me puedo quejar. Me gané el premio demasiado temprano, pero, al final, conmemora el comienzo de tu carrera. Es bonito que la gente me vea crecer también. No le tengo miedo a eso.
«La presión es un privilegio. Sería muy tonto por mi parte decir que tengo demasiada presión, porque es lo que yo escogí»
Entonces, llevas bien la exigencia.
Es que siento que la peor exigencia viene de mí, no de nadie más. La gente me exige menos de lo que yo me exijo.
¿Tienes una relación sana con tu exigencia?
Sí y no. Siento que tengo un sistema de apoyo muy lindo, gracias a Dios, que me ayudan a ser como un parabrisas y que no se me nuble la mente. Yo sí soy exigente conmigo misma, pero intento mantenerlo en el margen de ser sano y no pasarme.
Compusiste ‘Dararí’ junto a Aitana. ¿Cómo os conocisteis?
Ella estaba buscando compositores para su disco en Miami. Yo vivo ahí de toda la vida. Y nada, me llamaron a mí. Nos conocimos ese día en el estudio y escribimos la canción con Kuinvi, que también es la productora. Fue increíble, una canción de puras mujeres. Después de eso, Aitana ha sido divina conmigo y hemos compuesto más canciones.
Empezaste así, ¿no? Escribiendo para otros artistas.
Empecé escribiendo para mí, en mi cuarto, a los 13 años y como que simultáneamente empecé a escribir con artistas emergentes, pero muy pocas cosas.
He leído que te han puesto la etiqueta de la Olivia Rodrigo latina. ¿Qué piensas al leer este tipo de comparaciones?
Qué te puedo decir. Por un lado, siento que nunca me va a molestar que me comparen con alguien tan buena. Hago la música que a mí me apasiona desde lo que es honesto para mí, pero siento que venimos de la misma línea de mujeres cantautoras y que tal vez hablamos de cosas que pueden ser parecidas. O sea, pienso que con las mujeres siempre va a haber más comparación que con los hombres. Estoy haciendo mi propio camino, no intentando ser nadie más.
«Nuestra generación tiene añoranza por lo de antes, porque hoy en día todo es efímero y rápido»
¿Qué más referentes tienes?
Diría que los más grandes, de toda la vida, para mí han sido Shakira, Alejandro Sanz, Joni Mitchell y Taylor Swift. También Maná. Toda una mezcolanza extraña de artistas, pero todos me han inspirado de alguna manera y otra a nivel de composición.
He leído muchas entrevistas en las que se quedan flipando con tus referentes, por lo joven que eres. Yo creo que tiene sentido que nuestra generación conozca más nombres, porque tenemos todo a nuestro alcance.
Total, qué cool que lo veas de esa manera. Además, siento que nuestra generación tiene como una añoranza por lo de antes, porque hoy en día todo es tan efímero y tan rápido que siento que nuestra generación está todo el día añorando esa naturalidad. Entonces, no me sorprende para nada que hoy haya personas que, como yo, escuchan a Bob Dylan, a Joni Mitchell, a Carole King y a los Beach Boys.