La regla de las 72 horas y otros trucos que me han hecho pasar de odiar mi armario a adorarlo

¿Cómo vencer el recurrente “no tengo nada que ponerme”?

El guardarropa, fácilmente uno de los lugares más placenteros para todo amante de la moda, puede llegar a resultar lo contrario de vez en cuando. Una cantidad ingente de ropa acumulada en su interior, a través de la cual podríamos desgranar las tendencias desde el 2015 hasta hoy y con las que es difícil sentirse identificada en la actualidad. Prendas que esperan su momento de gloria pero que nunca (jamás) llega, tacones imposibles que evitamos ponernos y piezas que, a la espera de que se asentasen de forma distinta sobre nuestro cuerpo, quedan reducidas a un montón olvidado en el fondo de un estante. Las causas son múltiples: comprar ahorrándonos el trámite que supone pasar por el probador, el afecto por siluetas bonitas aunque obsoletas y la acumulación de muchas otras que esperan con paciencia su renacimiento.

Un caos que puede llevar hasta el bloqueo estilístico y del que es complicado salir cuando el figurativo “no tengo nada que ponerme” se asienta como rutina. Esta acumulación, al margen del evidente consumismo y las adquisiciones que lamentamos, se relaciona también con situaciones tangibles como los cambios de peso y la necesidad de ajustarse a diferentes tallas a lo largo de los años.

Una carga mental extra que provoca, de forma real, que no tengamos nada que nos sirva entre nuestras perchas. Este malestar persistente, que puede conseguir un efecto agobiante a largo plazo, transforma vestirse en un proceso incómodo donde la autopercepción negativa entra en juego. Una dinámica en la que es fácil caer y para la cual se necesita toda una “guía de emergencia”, destinada a hacernos disfrutar de este hábito que ocupa parte del día. En mi caso, estos son los pasos a los que recurro cuando cambiarme para salir se convierte en una tarea que me gustaría procrastinar. ¿El objetivo? Que nuestro armario no vuelva nunca a sobrepasarnos.

#1 Conocer cuál es el volumen de tu armario

Este primer paso, vinculado a la limpieza, es también una forma de mantener la ropa organizada y en perfectas condiciones. A través de la familiarización con lo que tenemos seremos capaces de descubrir el volumen de ropa que guardamos. Similar al método de la gurú japonesa Marie Kondo (aunque irremediablemente menos divertido que volcar todo lo que tenemos sobre la cama), se trata de sacar paulatinamente cada una de las piezas que componen el armario. De esta manera vemos, sin que llegue a ser sofocante, qué deberíamos mantener y cuáles son, por el contrario, aquellas cosas de las que queremos deshacernos. Algo que dificulta el apego establecido con algunas prendas, tal y como explica Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen. “Existe cierta dificultad a la hora de deshacernos de la ropa, derivada de la duda de si al hacerlo nos podremos arrepentir. Esta es aún mayor si existe valor sentimental o si tiene un precio elevado”. Una tarea aún más compleja si se trata de algo que llevamos durante etapas vitales relevantes: “Uno de los trajes más difíciles de donar o regalar es el vestido de novia. Y la probabilidad de volver a llevarlo es realmente baja o nula. Sin embargo, ocupa un espacio significativo en los armarios”.

Con este ejemplo como referencia, la idea es analizar una por una cada pieza que poseemos. De este modo, el problema cobra una nueva dimensión y la angustia disminuye, ya que vemos todas las opciones a nuestro alcance para crear conjuntos. “Es esencial aprender a realizar limpieza de armarios y existe una regla que nos puede ayudar a decidir si la prenda se queda o se va. Se trata de preguntarnos si esa prenda nos la hemos puesto en el último año. Si la respuesta es negativa, debería salir de casa. Hay que entender que este paso es saludable, ya que evitamos la acumulación y aprendemos a no vincularnos de manera disfuncional con lo material”.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

La 'canción' del verano de Leticia Sabater: toto, furros y acrobacias

Lun May 27 , 2024
Comparte en tus redes sociales Leticia Sabater ha lanzado la que será con muchas dudas la canción del verano 2024. En un intento de hacerle la competencia a Bad Bunny, Sabater ha publicado ‘Titi, cómeme el toto’, junto a un videoclip que no dejará indiferente a nadie. Construida sobre una […]

Puede que te guste