Desde que la conocemos, Nicola Coughlan de Los Bridgerton ha destacado por ser tan divertida fuera de la pantalla como lo era en la hilarante comedia de Netflix Derry Girls. Sin embargo, su sentido del humor fue puesto a prueba la semana pasada cuando Coughlan recibió un espantoso elogio. Durante una sesión de preguntas y respuestas en Dublín sobre la tercera temporada de Los Bridgerton, un periodista comentó que era «muy valiente» al interpretar el papel de Penelope Featherington (y yo que creía que como sociedad habíamos asimilado ya oficialmente que (1) es grosero y (2) aburrido llamar valiente a la gente –especialmente a las mujeres de tallas no normativas– por decidirse a mostrar sus cuerpos… Pues va a ser que no).
Coughlan respondió a la extraña afirmación del periodista encadenando un par de zascas tan brillantes y cachondos que me muero de rabia por no haberlos inventado yo: «Sabes, es difícil porque creo que las mujeres con mi tipo de cuerpo, mujeres con pechos perfectos, no salimos lo suficiente en pantalla», dijo. “Y estoy muy orgullosa como miembro de la comunidad de los pechos perfectos. Espero que los hayas disfrutado”. La respuesta no solo evocaba el espíritu de mi letra favorita de Reneé Rapp (“I just want some recognition for having good tits and a big heart” [Solo quiero algo de reconocimiento por tener buenas tetas y un gran corazón]), sino que también fue una forma perfecta de dar carpetazo al asunto –a base de hacer reír al resto de la sala– sin tener que entablar conversación con un hombre que al parecer considera una heroicidad que una mujer muestre el cuerpo con que la parió su madre. ¡Nicola Coughlan, presidenta!
Llegados a este punto, me temo que voy a tener que citar a una tal Lena Dunham, que una vez escribió algo sobre desnudarse en pantalla cuando no se tiene una XS: «No es valiente hacer algo que no te da miedo. Yo sería valiente si hiciera paracaidismo. Si visitara una leprosería. Si tuviera que argumentar un caso ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos o ir a un gimnasio de CrossFit. Actuar en escenas de sexo que yo misma dirijo, exponer un destello de mi extraño pezón abultado, esas cosas no entran entre mis fobias». Realmente no sé si aparecer desnuda en Los Bridgerton entra dentro de las cosas que aterrorizan a Coughlan, pero como persona gorda que soy y por tanto especialmente capacitada para entender el subtexto, puedo deducir que parece la actriz está harta de responder a comentarios sobre su cuerpo. Tal vez sea hora de que todos nosotros –los periodistas hombres en particular– dejemos de hacerlos.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk