No se trata solo de las prendas que se impondrán en las tendencias de primavera-verano 2025, sino también, y en la mayoría de los casos, las formas de combinarlas entre sí. Entre las chaquetas que más se van a ver priman todo tipo de fórmulas, pero una de las novedades irresistibles de la temporada pasa por el tinte deportivo que impregna determinadas propuestas. Se mencionan especialmente acabados de tejidos técnicos vistos en cortavientos y parkas, que se combinan hasta la extenuación con básicos de todo tipo. Pero no son los únicos. Aquí hacemos un repaso a las chaquetas clave para transformar tus looks de 2025.
Parka y cortavientos
Nº21 primavera-verano 2025.
The Attico primavera-verano 2025.
Es el estilismo estrella de la temporada: una chaqueta o cazadora a la que se da vida más allá del gimnasio gracias a su maridaje con vestidos de aire festivo con los que parece que nada tienen que ver. Así lo hemos visto en Prada, Burberry o The Attico, que proponen un contraste de sus tejidos con las lentejuelas, los abalorios, las transparencias o las plumas. Nº21 da una vuelta de tuerca al look ladylike de toda la vida superponiendo a las faldas lápiz y los twin-set una especie de chubasquero en un color ácido que contrasta con el mismo tono de la prenda que deja entrever.
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Las semanas de la moda con las que se ha inaugurado 2025 han puesto de manifiesto que esta es una interesante alianza estilística para poner a prueba. Se puede conjugar un cortavientos con bolsillo canguro en color negro con un delicado vestido de gasa y volantes por debajo. Las faldas evasé se actualizan a base de combinarlas con parkas que se llevan desabrochadas, con chaquetas de felpa y botas militares, rompiendo con cualquier connotación romántica previa que pudiese tener. En líneas generales, este tipo de chaquetas también funcionan bien con tus vaqueros preferidos y con pantalones rectos a los que le podamos incorporar un vestido por debajo, sumándonos a otro de los estilismos absolutos de 2025.
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Chaqueta de chándal
Siguiendo la estela, otra chaqueta esencial que también estamos viendo bastante entre las asistentes a los desfiles es la de chándal. Su contexto es el mismo que el de las parkas o los cortavientos: la apuesta de un athleisure renovado sobre la pasarela que se entiende jugando con prendas a priori en las antípodas. En 2025 tiene pleno sentido combinar tus vestidos más románticos con esa chaqueta que usas para ir a pilates, sumándole una apertura de infarto, unas sandalias de tacón o unos zapatos con animal print. El efecto recuerda a la teoría del zapato equivocado (solo que esta vez con la chaqueta) y añade un toque lúdico a la hora de enfrentarnos al ‘qué me pongo’ delante del armario.
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Más habitual es la combinación de este tipo de prendas deportivas con pantalones, especialmente con unos vaqueros. La clave pasa por apostar por matices potentes, como un azul eléctrico o un naranja ácido (ambos entre los colores de la primavera verano 2025), para hacerlos destacar sobre otras paletas más neutras como el tejido denim o el marrón suave. La superposición de capas vuelve a ser aquí otra buena idea para jugar con el vestidor. ¿Por qué elegir una opción u otra cuando se pueden llevar todas encima? Una falda larga puede dejar ver tus pantalones anchos y por encima, una chaqueta de chándal. La paleta cromática, en tonos tierra, sirve de elemento unificador para un estilismo que se sale de la tónica.
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