Brillomanía o la vuelta (por la puerta grande) del gloss de labios
En muchas las teorías que buscan explicación al furor que vivimos actualmente por el brillo de labios (y su retorno absoluto a la escena beauty). Desde el efecto hipnótico que provoca ver su aplicación –los lip gloss protagonizan cientos de vídeos ASMR por la respuesta sensorial que provoca el ruido de un aplicador deslizándose en un tubo lleno de brillo– a la lip gloss tactic, ese recurso al que varios medios internacionales han dedicado titulares, incluido The New York Times. Lo conocen bien los creadores de contenido, que explotan en los primeros nanosegundos de sus vídeos la curiosidad que provoca ver a alguien empezar a maquillarse para que sus followers ya no puedan dejar de ver su publicación.
Es una especie de gancho visual que genera atracción por el inconsciente deseo de querer ver cosas bonitas. Pero más allá de lo que se cuece en las redes sociales, el mercado global de brillo de labios no va a parar de crecer. Según datos de Market Research Future, se prevé que tenga, solo en Estados Unidos, una tasa de crecimiento anual de más del 5% hasta 2032. Y todo sin olvidar el carácter nostálgico de un producto que tuvo su momento álgido en los años 90 y que ha vuelto por la puerta grande, pero de forma renovada. Atrás quedaron las fórmulas viscosas y pegajosas. Ahora la idea es que se consiga ese efecto espejo con productos de tratamiento.
El nuevo gloss de labios de Herrera Beauty
Precisamente es el leitmotiv del gran lanzamiento de Herrera Beauty de 2024, que ha dado la bienvenida a su primera colección de brillos con seis tonos formulados con ácido hialurónico para asegurar hidratación duradera y extracto de menta para un efecto volumen. Eso sí, aunque vean la luz ahora, en pleno auge del glossy, es un proyecto que viene de lejos. “Crear un gloss siempre había estado en nuestros planes. Cuando trazamos la hoja de ruta de Herrera Beauty,
teníamos un listado de ideas que queríamos desarrollar, y esta es una de ellas. Es un tipo de producto que encaja perfectamente en nuestro concepto de belleza: un efecto deslumbrante, que te haga brillar. Desarrollar Good Girl Gloss nos ha llevado dos años de trabajo”, explica Carolina Adriana Herrera, directora creativa de la firma.
Maquillaje consciente: una fórmula con tratamiento
Y han querido reimaginar esta categoría desde cero. “No tienen nada que ver con aquellos glosses de los noventa que eran solo, por así decirlo, una capa de brillo superficial. También el aplicador es pura innovación. Su punta en forma de ala proporciona la cantidad exacta de producto en una sola pasada y permite extenderlo con mucha precisión”, añade. Su fórmula híbrida de tratamiento y color confirma la tendencia en el mercado que prioriza un maquillaje consciente inspirado también en el cuidado de la piel. Y esa filosofía es una de las piedras angulares de Herrera Beauty. “Estoy convencida de que en la actualidad esta es la única forma responsable de producir maquillaje. En Carolina Herrera creemos que la cosmética debe servir para subrayar la belleza de cada persona. Y la salud de la piel forma parte de esa belleza natural. Investigamos mucho para lograr productos fáciles de aplicar, con propiedades óptimas de fijación y duración, y que además cuiden la piel, la nutran y la acondicionen. Una piel sana es un lienzo imprescindible para crear una obra de arte”, apunta la empresaria.
Un diseño único y personalizable
Y todo ello con el diseño personalizable con charms, iniciales y borlas de colores que caracteriza la esencia de la casa. “Somos una firma que nació a partir de la moda, de las colecciones que mi madre comenzó a diseñar en los años ochenta, y que se basa en una noción hedonista, detallista y sofisticada del estilo. Cada elemento cuenta. Y desde el inicio tuvimos claro que los productos de Herrera Beauty tenían que ser, además de eficaces, objetos de deseo por derecho propio”, apunta.
Respecto a la individualización como una de sus señas de identidad, Carolina Adriana Herrera se siente “orgullosa de pensar que hemos abierto el camino a una tendencia muy potente en el sector. En nuestros puntos de venta la personalización tiene muchísimo éxito, también como regalo. Creo que todos queremos que nuestras elecciones estilísticas nos representen, y que los objetos con los que convivimos hablen de nosotros. Por eso apostamos por los recambios en nuestras barras de labios, por ejemplo. No hacemos objetos de usar y tirar, sino aliados de largo recorrido”. Y puestos a hablar de legados, la empresaria nos confirma que el primer consejo de maquillaje se lo dio precisamente su madre. “En caso de duda, labios rojos. Y lo sigo a rajatabla porque ella misma sigue aplicándolo”, recuerda.