Cuando citamos las ‘Tabi’ nos viene un formato muy específico de calzado: las botas con dedo separado que forman parte del ADN de Margiela, inspirados por el calcetín japonés del mismo nombre que suele acompañar a las sandalias zōri y geta, con plataforma.
Sin embargo, la referencia a la que queremos acudir en esta ocasión se distancia de la apuesta más vista entre expertos en moda. No tiene que ver con Margiela, pero sí evoca el origen del que partió para su celebérrimo zapato. Y es que en 2025 hemos visto cómo ha vuelto a ponerse de moda un tipo de bota y botín que se funde al pie como una segunda piel. Podría ser una evolución de la ya famosa bota calcetín que propuso en los años 50 la pionera Beth Levine y que Demna Gvasalia introdujo en Balenciaga hace unos años.
Ilustración de un joven guerrero samúrai, de la serie ‘Cien aspectos de la luna’, por Tsukioka Yoshitoshi (1885-92).The Granger Collection, New York / The Granger Collection /Cordon Press
Persona japonesa con los tradicionales calcetines ‘Tabi’ en el distrito tokiota de Asakusa (c. 1925).The Montifraulo Collection/Getty Images
La diferencia de su actualización esta temporada pasa, por un lado, por no separar el dedo pulgar del pie. Por el otro, también radica en el material empleado: no hablamos de tejidos elásticos, de punto, o incluso, de esa variedad de botas y botines de raso que también ha asomado por las tiendas en los últimos meses. En su lugar, es un cuero ultra suave el principal protagonista de unas botas negras planas que se calzan como un abrazo. Así las proponen firmas como Zara Home, Mango (en un diseño de rebajas) o Soeur, a través de su modelo Cosma. Con un poquito más de suela se pueden encontrar en Camper, mientras Massimo Dutti propone una opción con caña alta. Toteme alarga la puntera a través de sus botas ‘The Sock’, una alternativa que traduce literalmente la intención detrás de este tipo tan amable de calzado.