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A medida que el mundo gira y pasan los años, el cine también evoluciona y, con él, las películas de superhéroes, que han ido experimentando una especie de cambio de piel. Poco a poco, la paleta de colores se ha ido aclarando y llama la atención que las sombras se hayan quedado un poco atrás. Es como si, en estos tiempos de malas noticias, necesitáramos ver algo más de brillo en la pantalla.
Este fenómeno no es casual y creo que resulta especialmente reconfortante este cambio cuando el panorama real que tenemos parece adoptar tonos cada vez más grises. El último ejemplo ha sido ‘Superman‘, pero parece que también se repetirá en ‘Los 4 Fantásticos: Primeros pasos‘.
No es necesario indagar mucho, porque se trata de una tendencia consciente, en la que tanto directores como estudios han decidido apostar por este cambio, para diferenciarse de la monotonía visual a la que estábamos acostumbrados.
Además, esta explosión de color también funciona al mismo tiempo como un guiño a los cómics clásicos: aquellos en los que los héroes brillaban con primarios y los malos tendían a los tonos verdes y púrpuras.
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Color en tiempos revueltos
Por ejemplo, en películas como ‘Guardianes de la galaxia‘, James Gunn ya apostó por un estilo visual muy vibrante, rompiendo con la tendencia, con personajes como Zonza o el propio Rocket, que evitaban la sobriedad dominante y conectaban mucho más con la esencia del cómic. De igual manera ocurre con el Superman de Gunn, que trae de vuelta los azules intensos y rojos vibrantes, en un homenaje al material original que rompe con la monotonía.
Y esto no es solo un capricho estético, sino que es más bien la respuesta a un mundo real delirante. Mientras en las noticias hemos normalizado la violencia y la crispación de todo tipo, estas películas nos ofrecen momentos de pura distracción y un respiro.
Además, esta apuesta por paletas más estimulantes reivindica que el cine de superhéroes puede permitirse el humor, la fantasía y un tono menos solemne, sin perder impacto.
Y aquí está el debate. Hay quienes argumentan que la industria está saturando a la gente con esta estética y que se están perdiendo los matices por el camino. Usar por norma los naranjas y azules, por ejemplo, es algo que vemos y seguiremos viendo, pero también es una tendencia que se complementa con otras estéticas diferentes. Otros creen que esta capa de chapa y pintura apunta a un nuevo estándar y que es más que bienvenida esta alternativa a la oscuridad y el drama.
Sea como sea, en realidad da un poco lo mismo el lugar en el que desemboque el cine de superhéroes en cuanto a estética se refiere. Especialmente si esto no afecta a su manera de ser el refugio que tanto necesitamos de vez en cuando.
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