La (no)manicura de Natalie Portmann, o por qué no debemos infravalorar el poder rejuvenecedor de las uñas cortas
Estilísticamente hablando, nadie definiría a Natalie Portman como una persona especialmente maximalista: a sus 44 años, la actriz luce una piel envidiable sin pecar de exceso de maquillaje, suele apostar por looks sencillos y elegantes con un punto de actualidad y, más allá de los arriesgados cambios de look exigidos en ocasiones por cuestiones de guión —véase cuando se rapó la cabeza por su papel en V de Vendetta—, su estilo se caracteriza por ser minimalista, dulce y hasta podría decirse que romántico. Así lo demostró en su última aparición pública, donde evidenció de nuevo que menos es más. Y no solo por su look, también —o, mejor dicho, sobre todo— por su manicura.
Reynaud Julien/APS-Medias/ABACA
Porque la (no) manicura de Portman, más conocida como nonicura o manicura japonesa, es justamente lo que su nombre indica: unas uñas cuidadas, de aspecto saludable y muy cortas, sin rastro alguno de color. Y lo más determinante: con un poder rejuvenecedor superior al de cualquier otra manicura. Porque sí, a menudo olvidamos que las manos evidencian y mucho el paso del tiempo, y que ciertos esmaltes de uñas tienen el poder de rejuvenecerlas (o envejecerlas) visualmente. Jennifer Silverio, experta de ORLY, lo explicaba así en este artículo a propósito de la manicura japonesa, la técnica ideal para llevar las uñas bonitas sin pintar: “El principio fundamental es lograr unas uñas hidratadas y nutridas pero con un aspecto natural. Se basa en su cuidado gracias a productos naturales para lograr un aspecto saludable. Al finalizar, las uñas adquieren un tono rosado natural y un brillo muy especial”. Ese brillo y tono rosado a los que alude la experta son sinónimos de frescura, salud y juventud, y, a veces, también el ‘esmalte’ más favorecedor.
Los imprescindibles de una buena (no)manicura
¿Qué necesitaríamos, entonces, para una (no)manicura? Un aceite para cutículas y una crema de manos con protección solar. Esta última, imprescindible al tratarse de una zona especialmente vulnerable a los daños causados por la exposición solar prolongada y a la aparición y aumento de los llamados “lentigos seniles” —manchas pigmentadas que oscurecen y envejecen la piel—. Así, probar con la (no)manicura puede ser un acierto si, como Portman, buscas un efecto más juvenil y natural en unas manos cuidadas e hidratadas. Y, si no, aliarte de una buena crema solar y tener a mano un aceite de cutículas serán decisiones que tus manos y uñas, a la larga, agradecerán.
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