Asics, una marca japonesa con más de 70 años de historia, parece pensar que sí. «Esta temporada, estamos viendo un claro cambio hacia siluetas más tecnológicas, caracterizadas por empeines aerodinámicos y estructuras de suela innovadoras», nos explica Anissa Jaffrey, responsable de relaciones públicas y colaboraciones de Asics SportStyle Europe. «Las GEL-Kinetic Fluent responden a este cambio, inspirándose en la estética de las zapatillas de running antiguas y elevándola con toques modernos». También ayuda que las celebrities se las estén poniendo. Timothée Chalamet, muy fan de las zapatillas raras, siempre lleva unas Asics bien protuberantes, y Kendrick Lamar se ha abonado recientemente a la tendencia.
Jun Sato/Getty Images
Incluso he visto la zapatilla infiltrarse en las oficinas de Vogue UK. Daniel Rodgers, nuestro editor de noticias de moda, lleva las Asics UB8-S GT-2160 («el nombre es un trabalenguas») en marrón y rosa, cuando no va hipercómodo con sus Uggs. Cuando le pregunto por qué, me responde que «son una especie de antizapatillas it«, que «te dan un aire más espontáneo y, al mismo tiempo, un poco más interesante que las omnipresentes Samba». «Kiko Kostadinov las diseña para que molen precisamente por no molar», añade. De hecho, la zapatilla aún se ha extendido lo suficiente como para ser un imprescindible, pero tiene el suficiente factor cool como para no descartarla, al menos por ahora.
Aparte de todo esto, muchas de estas zapatillas gruesas de Asics –sus UB8-S GT-2160, sus GEL-Kinetics– son más cómodas que los modelos que impone la moda actualmente. La mayoría de siluetas slim no protegen ni amortiguan tanto la pisada como estas. Con Asics, ganarás la carrera para coger el autobús.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk