Elsa Hosk es, sin duda, una de las modelos que más influyen en términos de moda en la actualidad. Sus looks se repostean, comparten, imitan y desean. Ya sea en su versión más elevada (con total looks blancos y elegantes conjuntos que destilan el glamour más excesivo de los 80), o en clave relajada, con gorras, vaqueros de corte retro o sudaderas mezcladas con maxi joyas de oro como protagonistas.
Precisamente en este plano casual hemos podido verla hoy mismo, paseando por Los Ángeles, ataviada con un abrigo Penny-Lane (del que ya hablamos en este otro artículo), unos vaqueros rectos, una gorra vintage y, la que aquí supone la pieza clave: unas zapatillas Reebok que recuerdan a las que muchas llevamos de niñas.
El modelo en cuestión es el Reebok Glide Ripple que actualmente se oferta en varias combinaciones de color, pero que aboga por la estética de las zapatillas de deporte noventeras más básicas. En blanco, con suela deportiva y el logo de la firma en contraste, estas zapatillas se postulan como una opción polivalente y todoterreno tanto para los meses de frío como para primavera.
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