Leer en diagonal: por qué se habla de esta técnica en el mundo literario
Leer más suele ser uno de los propósitos más comunes, sobre todo ahora que perder el hilo de un libro es mucho más fácil a raíz de la cantidad de estímulos y de la rapidez con la que gira el mundo en todos los sentidos. El hábito de lectura trae consigo numerosos beneficios –genera dopamina y nos ayuda a desconectar, además de convertirse en un disfrute para la mente– y muchos luchan por hacer un hueco en su rutina para incorporarlo. Aunque para los amantes de la lectura es algo que nace de su interior, a otros les lleva tiempo (y esfuerzo) incorporarlo. En plena reconciliación con la literatura han surgido aplicaciones, como Goodreads, donde proponerte a ti mismo retos de lectura anuales y donde hacer check de cada título que terminas. Mientras tanto, en TikTok también ha nacido el fenómeno BookTok, que fomenta y acerca la lectura a mucha más gente. Sin embargo, esto se ha convertido en un arma de doble filo, pues últimamente algunos de estos perfiles confiesan utilizar una técnica originalmente dedicada al estudio o a la investigación: hacer una lectura en diagonal. ¿Leer más libros en menos tiempo? Para quienes luchan contra la pérdida de concentración puede resultar una fórmula ideal, pero, en realidad, no lo es.
¿En qué consiste realmente leer en diagonal?
Este técnica de lectura es muy recurrente en estudiantes y no está pensada para adoptarla al leer un libro por puro disfrute. “Consiste en leer la primera línea de un texto para continuar atendiendo a palabras clave de izquierda a derecha, descendiendo diagonalmente”, nos explica Laura Parada, psicóloga de Avance Psicólogos. “Se utiliza cuando hay que asimilar grandes cantidades de información en poco tiempo, pero no va a suponer una comprensión o aprendizaje del texto en profundidad”, aclara. Algunos usuarios de TikTok argumentan que utilizan esta técnica para “ahorrarse descripciones innecesarias” e invitan al resto a hacer una lectura centrada mayormente en los diálogos. Devorar un libro, engancharse a él y, por tanto, disfrutarlo pierde todo su sentido con esta forma de leer. “Esta tendencia viene mayormente de TikTok. No solo porque algunos booktokers hablen de ello, sino por la economía de la atención y la cultura de la inmediatez”, argumenta Pedro Torrijos, arquitecto y escritor. “Es algo que se ve en los vídeos breves, cada vez más cortos, que triunfan en redes y que ahora ha llegado a la industria editorial”, denuncia.
La psicóloga nos cuenta que las nuevas tecnologías, el abuso de pantallas y el acceso a un exceso de información de manera rápida y superficial complican nuestra capacidad de concentración. “Nos distraemos fácilmente y nos cuesta atender a la lectura sin consultar el móvil”, incide. En esta línea, muchos, en lugar de intentar aminorar esto, directamente optan por recurrir a este tipo de técnicas que no son una solución real al problema. “Estamos desacostumbrándonos a leer para comprender y profundizar en los temas y pasando a modos de lectura rápidos, que no supongan un esfuerzo de concentración”, afirma.
Una rapidez que deriva en el conocido como FOMO –las famosas siglas inglesas de «fear of missing out», es decir, “el miedo a perderse algo”–. Sí, también ha llegado al ámbito de la literatura. “Detrás de esta tendencia está la necesidad por actualizarse en todo momento y que comienza a ser un trastorno de ansiedad en nuestra sociedad”, advierte la psicóloga de Avance Psicólogos. “Genera cierta ansia por consultar cualquier información que nos llega, aún cuando se trata de algo superficial y poco relevante”, añade. Leer en diagonal, por tanto, además de alimentar la distracción, abre una especie de carrera por ver quién lee y tacha más libros de su lista. “Las redes sociales están diseñadas para generar la necesidad de revisarlas continuamente. El sistema de notificaciones que ofrece con ‘premios’ o estímulos que condicionan a un refuerzo es irreal y virtual, pero posee una enorme carga emocional al estar asociada a refuerzos sociales externos de aprobación y reconocimiento”, explica Parada.
“Paradójicamente, esto va en detrimento del hecho de leer. Porque no se trata de leer, sino de consumir y, en último caso, alardear de haber leído tal cantidad de libros”, reflexiona Torrijos. Entonces, ¿hemos perdido por completo el sentido de disfrutar de un buen libro? Leer en diagonal muchas veces se convierte en un acto inconsciente, cuando perdemos la concentración o el interés por lo que estamos leyendo. Sin embargo, anunciarlo como método de lectura supone un síntoma más de la cultura de consumo en la que vivimos y de la pérdida de concentración derivada de ella.
Trucos para recuperar la concentración y disfrutar de un libro (sin prisas)
Todavía estás a tiempo de leer más y de recuperar el hábito de lectura sin tener que recurrir de manera consciente a técnicas como esta en las que obviar gran parte del contenido del libro. Laura Parada nos explica que “una concentración adecuada requiere calma, sosiego y tomarse tiempo”. Aunque cada vez este es más escaso, nos anima a hacer el ejercicio de “seleccionar las cosas que realmente queremos o necesitamos hacer”. Si una buena lectura es tu propósito y quieres mejorar tu concentración, puedes seguir estos tips: