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La jueza Laura Bruniard, que lleva la investigación de la muerte de Liam Payne, ha declarado que el cantante no se suicidó, sino que saltó del balcón de su hotel en un intento de escapar del edificio mientras estaba drogado.
La ex estrella de One Direction murió el 16 de octubre tras caerse de un balcón del tercer piso del Hotel CasaSur Palermo. La fiscalía argentina compartió más tarde que la causa de la muerte se debió a múltiples traumas y hemorragias internas y externas.
Ahora, en un fallo de ayer 30 de diciembre obtenido por la revista Rolling Stone, Bruniard compartió nueva información sobre la trágica muerte del cantante de ‘Strip That Down’ y actualizó los cargos contra las cinco personas acusadas en relación con su fallecimiento.
Los acusados en relación con su muerte son el amigo de Payne, Roger Nores, la gerente del hotel CasaSur Palermo, Gilda Martin, el jefe de recepción Esteban Grassi, Ezequiel Pereyra y Braian Paiz.
Se presentaron cargos de homicidio culposo contra Nores, Martin y Grassi, y el juez señaló: “No creo que Nores, Martin y Grassi planearan y quisieran la muerte de Payne. No planearon el resultado, sino que crearon un riesgo legalmente desaprobado”.
Los cargos se presentaron contra ellos debido a su “imprudencia y negligencia”, lo que resultó en la muerte de Payne. El fallo prevé la reducción de los cargos contra Nores, que originalmente enfrentaba entre cinco y quince años de prisión por “abandono seguido de muerte”.
El juez había escrito que Nores había asumido la “posición de garante” de la familia de Payne y era el principal contacto del cantante en el hotel. Basándose en el informe de la autopsia de Payne, Bruniard continuó señalando que “el estado de vulnerabilidad de Payne era evidente” cuando Nores decidió abandonar el hotel 50 minutos antes de la caída mortal del músico.
En su fallo, la jueza declaró que, mientras se encontraba en estado de extrema vulnerabilidad y embriaguez, Payne “intentó salir de su habitación por el balcón” antes de la caída.
“La conciencia de Payne estaba alterada y en la habitación había un balcón. Lo correcto era dejarlo en un lugar seguro, y con compañía, hasta que llegara un médico”, escribió, y agregó que los empleados del hotel que lo habían llevado de regreso a su habitación “no actuaron con malicia”, sino que fueron “imprudentes” en sus acciones.
Continuó: “Sostengo que Payne intentó salir por el balcón del lugar donde lo dejaron porque los expertos forenses notaron que no perdió el equilibrio. Así fue como se produjo la caída”.
En relación con el papel de Nores en la muerte, Bruniard escribió que “debió haber consultado con un médico dado el compromiso asumido con la familia del fallecido. Debió haberlo hecho sin confiar en cómo los empleados del hotel podrían haber tratado a Payne”.
