Si te estaba empezando a convencer la tan cacareada vuelta de los vaqueros pitillo, lo sentimos: pero hay otra tendencia denim que viene haciendo mucho ruido. Hablamos de los vaqueros vistosos a base de flecos, oropel, bordados y todo tipo de decoraciones que están a años luz de distancia de los jeans clásicos y funcionales de toda la vida. En comparación, los vaqueros con silueta de herradura se quedan más bien sosos.
El detonante de tan excesivo cambio fue el desfile de Undercover de otoño-invierno 2024, en el que Jun Takahashi elevó el básico cotidiano con tejidos lujosos –como la gasa y el mohair– para implimirles movimiento y fantasía. El delicado espumillón dorado que se deslizaba pierna abajo por las costuras exteriores fue uno de los detalles más posteados en Instagram de la temporada, gracias al lirismo silencioso de este sutil brilli brilli. Con una propuesta inspirada en la película de Wim Wenders Perfect Days –sobre un limpiador de baños de Tokio que encuentra la belleza en lo más mundano–, el mensaje subyacente de estas originales piezas fue que nada es del todo lo que parece, incluidos unos buenos vaqueros de fondo de armario.
En su relectura en marcha de la imagen de Gucci, Sabato De Sarno interpretó claramente las señales de que hoy toda moda ha de ser sensorial (véase por ejemplo la tendencia de los zapatos con plumas para la primavera). En el desfile crucero 2025 del diseñador, con Blondie resonando en la cavernosa Tate Modern, no fue la decoración natural a base de las 10.000 plantas silvestres lo que más se comentó en redes sociales, sino los adornos de cuentas que se precipitaban por los vaqueros de pierna recta al paso de las modelos por el espacio industrial. Esos vaqueros en cascada, casi como una versión de alta costura de una cosquilleante falda hawaiana, se entremezclaban con otros pares baggy con el justo lavado desteñido y recubiertos de margaritas bordadas, una vuelta artesana al denim que ya conocimos gracias a los vaqueros de piel de Bottega Veneta o las versiones de alta costura de Valentino confeccionadas en gazar de seda.
En Diesel o Dsquared, Vetements o Vaquera, los vaqueros se rompen y decoran con arte cada temporada con el compromiso férreo de hacer denim «divertido». En los nuevos vaqueros de lujo de la industria, el foco no está puesto en el lavado o los detalles desteñidos (aunque los colores desgastados de Undercover y Gucci son sin duda el producto de interminables pruebas), sino en la artesanía. Stella McCartney, que abrió su desfile de otoño-invierno 2024 con un manifiesto sobre la Madre Tierra leído por Olivia Colman, sacó a la pasarela vaqueros con inserciones de cuero ecológico y chaparreras de cota de malla, en línea con su compromiso constante de demostrar que la moda sostenible también puede ser cool. Priya Ahluwalia, por su parte, colaboró con Levi’s para profundizar en su técnica del patchwork ondulado, a base de rescatar denim desechado y transformarlo en looks actuales, inspirados en los cuentos indios y nigerianos que aprendió de niña. Masha Popova también recurrió a ISKO en busca de materia prima para confeccionar sus pantalones de tiro bajo, con motivos ‘de tatuaje’ cosidos a mano.
Los pares más ornamentados no fueron, de hecho, esos modelos de Undercover con espumillón, sino que llegaron de manos de la moda masculina. Más allá del rumor de que Beyoncé tuvo algo que ver en el Louis Vuitton de aires western de Pharrell, la tendencia cowboycore se extendió mucho más allá de sus artesanales chaparreras. Los vaqueros de otoño-invierno 2024 del diseñador vienen densamente poblados con motivos de marroquinería o con flecos y flores de un nivel artesano sobresaliente. El hecho de que las tribus dakota y lakota –que inspiraron los motivos de flores del desierto– contribuyeran a crear los laboriosos bordados sublimó aún más la colección.
No fue Cowboy Carter, sino Taylor Swift, quien catapultó en primavera los agotadísimos vaqueros de Area con cut-outs ribetados de cristales a la lista de los 10 productos más populares de Lyst, después de que los luciera en la Super Bowl. Libby Page, directora de mercado de Net-a-porter.com, confirma que el «denim de diseñador» se ha convertido en un básico cotidiano para los clientes de la plataforma gracias a que marcas como Stella McCartney y Coperni también «le dan su propio toque». «Los vaqueros destilan fuerza y practicidad», afirma, y destaca los modelos oversize con inserciones de cota de malla de Rabanne como una de las compras más populares de los últimos tiempos. El equipo de compras de Mytheresa.com también señala que su clienta tipo «sigue las tendencias y es atrevida», de modo que invierte en modelos deconstruidos y siluetas diferentes «independientemente del precio». Vaqueros pitillo, tenéis mucho que aprender.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk
