El equipo busca los mejores ingredientes y crea a partir de ellos. «Cuando eliges el ingrediente, ya has recorrido la mitad del camino», afirma. «Después, empieza todo: hay que encontrar la manera de contrastarlos». El eau de parfum Iris Root, por ejemplo, tiene sus raíces en el cremoso y suave rizoma del iris. «Necesitaba algo que hiciera explotar hacia arriba su belleza», explica Cruelles, de modo que lo combinó con pimienta Timut por su aroma picante y a pomelo, complementado con violeta para un acorde herbáceo.
Para el segundo perfume, Cruelles recurrió a la vainilla, un ingrediente que evoca la infancia: la cocina de la abuela mientras hornea, el aroma de la masa azucarada colándose en las habitaciones. Pero cuando hueles el eau de parfum Roasted Vanilla, el efecto es diferente. «Cuando hueles la vid de vainilla, es muy animal y muy seca», dice. Al mezclarla con madera de roble y especias, Loewe crea una dulzura tonificante que conserva la calidez y el confort de la vainilla.
La última fragancia de la colección, Bittersweet Oud, es una oda al tiempo que Cruelles pasó estudiando perfumería en Dubai, donde se enamoró de las cualidades místicas del oud. Al más puro estilo Loewe, dice, «lo mezclamos con naranja dulce para crear algo especial e inesperado«, añade. Rico y picante a la vez, no se parece a nada que hayas olido antes.
Cortesía de Loewe
Cortesía de Loewe
Desde la búsqueda de ingredientes hasta encontrar la composición perfecta, el proceso completo duró más de dos años, y los elixires finales se embotellaron en un recipiente tan especial como la fragancia. «Es una obra de arte», dice Cruelles. «Creo que la gente guardará los frascos después de usarlos». Cada fragancia de Loewe Crafted Collection llega en un frasco escultural con burbujas formadas de forma natural, inspiradas en las del vidrio soplado a mano, rematado por un tapón de granito.
«Hay un perfume para cada mujer», asegura la nariz. «Igual que tienes diferentes joyas y vestidos para diferentes momentos. Habla de ti. Es algo que está en el aire y no notas, pero está ahí». La experta aconseja oler cada perfume con los ojos cerrados para experimentar cada aroma en su plenitud. “Cada aroma te conecta con algo”.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com