Sus últimas apariciones son toda una celebración de la elegancia y el buen gusto
Al igual que hicieron hace unos meses por Nigeria, Meghan Markle y el príncipe Harry emprendieron un viaje por Colombia el pasado 15 de agosto. Invitados por Francia Márquez (la vicepresidenta de dicho país) a este tour solidario –en el que ambos se están sumergiendo en las diversas tradiciones y costumbres– no le falta ningún elemento que lo diferencie de una visita real al uso. Es más, la misma Markle está siguiendo la estela de royals como la reina Letizia y, además de dar rienda suelta a su faceta más clásica, se está decantando por prendas diseñadas por algunos de los creadores locales emergentes.
Ya fuimos testigos hace unos días su habitual desparpajo a la hora de vestir mientras lucía, por ejemplo, unos pantalones capri y un vestido de tintes boho, pero lo cierto es que ha sido capaz de mantenerse igual de inspiradora en sus apariciones más recientes. Elegantes, de aire clásico y plagados de significado, sus últimos looks lo tienen todo para agotar existencias y servir como fuente de inspiración durante estos próximos meses.
En primer lugar, el dúo real visitó el pasado viernes el Centro de Rehabilitación Inclusiva en Bogotá, la capital del país que los acoge actualmente. Para ello, la duquesa de Sussex escogió una falda midi, confeccionada en seda y con motivo de puntos de inspiración tribal, obra del diseñador colombiano Juan Dios. Este dos piezas extremadamente revelador estaba compuesto además por una blusa perlada de Guiliva Heritage, unas mules color canela de Jimmy Choo y una selección de joyas de oro, en la que se incluían su pulsera Love y su reloj Tank Francaise, ambos de Cartier.
Eric Charbonneau/Getty Images
