Gillian Anderson o cómo envejecer de forma saludable
No se puede parar un proceso natural como es envejecer. Ni a través de la medicina estética ni con la más perfecta rutina facial. A sus 56 años y tras sus últimas apariciones públicas, la actriz Gillian Anderson lo confirma desde la naturalidad, el humor y una actitud que combina la rebeldía tranquila con una coherencia que puede incomodar a quien se obsesiona con la juventud. Aunque en estos últimos años hemos podido notar un (ligero) cambio hacia una visibilidad más honesta del envejecimiento, con figuras como Pamela Anderson o Chloë Sevigny.
Gillian Anderson se ha consolidado como una de las voces más auténticas y versátiles de su generación. Su icónico papel como la agente Dana Scully en Expediente X no solo marcó un hito televisivo, sino que inspiró a toda una generación de mujeres a estudiar ingenierías y ciencias, ámbitos históricamente dominados por hombres. Además, ha brillado en producciones como The Crown y Sex Education. A continuación, desgranamos cómo su manera de envejecer, lejos de clichés y artificios, se ha convertido en un nuevo referente de bienestar.
La importancia de la honestidad
«No pienso en ello. Trato de no darle demasiada importancia o que se convierta en una preocupación”, respondía recientemente en una entrevista para Vogue al ser preguntada sobre cómo se vive el paso del tiempo bajo el foco público. “Para mí es fundamental que mi aspecto en la vida real sea la forma en que me presento al mundo. Por eso suelo vestirme con ropa normal y no llevo maquillaje en mis redes sociales”. En un contexto donde términos como filler face se cuelan nuestra lista de preocupaciones, los retoques estéticos están más democratizados que nunca (incluso en las generaciones más jóvenes) y los filtros se imponen en cada imagen subida a redes sociales, posturas como la de Gillian resultan refrescantes.
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El papel del minimalismo
Una de las grandes respuestas que Gillian parece haber encontrado para llevar un envejecimiento saludable es el minimalismo. En belleza, lejos de ser una señal de desinterés o dejadez, se convierte en una forma de afirmar la propia autenticidad. Imposible que no se nos venga a la cabeza ejemplos como Pamela Anderson, una de las primeras en abanderar públicamente esta corriente en mujeres mayores de 50 años. Tal como cuenta ella misma en un vídeo para Vogue: “Ahora mismo no me gusta ir maquillada. Mi madre me decía: ‘Llegará un día en el que no te pondrás maquillaje’. Y tenía razón. A veces hay que desafiar el concepto de belleza”.
Como reciente embajadora y rostro de la gama Age Perfect de L’Oréal Paris, una línea de cuidado facial diseñada especialmente para pieles maduras, Gillian Anderson declaraba para el medio británico Sheerluxe que “tener una rutina de cuidado de la piel es algo relativamente nuevo para mí. He sido bastante perezosa con eso durante toda mi vida, pero ahora sé que los productos adecuados —especialmente a esta edad— pueden hacer una gran diferencia. La limpieza y la hidratación son ahora mis dos pasos imprescindibles. Me gusta mucho usar el Age Perfect Serum Duo de L’Oréal por su textura sedosa y suave. He aprendido que una piel radiante y luminosa puede ser tan impactante como un cambio de look completo”. A esto se le suma que su truco de belleza poco convencional es utilizar una barra de labios como sombra de ojos. “La gente piensa que es raro, pero en realidad es muy efectivo porque no se mueve, ofrece un color intenso y le da un poco de profundidad a los ojos”, afirmaba Gillian.
Más allá de la estética: placer y salud mental
La visión de Gillian Anderson sobre el bienestar va mucho más allá de la apariencia física e incluye aspectos como el placer femenino y la salud mental. Desde llevar un vestido de Gabriela Hearst lleno de vulvas bordadas (en declaraciones para la edición británica de Vogue la actriz solicitó a Hearst que el diseño capturara su compromiso con la defensa del placer femenino, reflejado tanto en su marca como en su presencia en redes sociales y en su emblemático papel de Jean Milburn en la serie de Netflix Sex Education). Hasta la creación de su marca de refrescos funcionales, G-Spot que promueven el bienestar. Según la actriz, el objetivo de G-Spot es “disfrutar y tomar las riendas de tu placer a cualquier edad”.
Todo esto culmina con el lanzamiento de su libro Quiero (ed. Temas de Hoy), una recopilación de las fantasías sexuales de mujeres de todas partes del mundo, sin importar su edad, raza, religión, orientación sexual o condición social. Sobre el papel que juega en todo esto, Gillian lo dejó claro con esta afirmación en The Guardian: “No soy una gurú. Simplemente se trata de animar a cualquiera que se identifique como mujer a abrazar con valentía esa parte de sí misma que, en última instancia e intuitivamente, sabe lo que es bueno para ella”. Por eso, cultivar el bienestar integral y abrazar la autenticidad nos ayudará a construir una relación más honesta con nosotras mismas, que nos permitirá envejecer de forma saludable. Palabra de Gillian.