La necesidad de aumentar el gasto en defensa en la Unión Europea está dejando un buen puñado de ganadores en la industria europea y también en Bolsa. Muchas de las empresas relacionadas con la seguridad están disfrutando de revalorizaciones de tres dígitos en lo que va de año gracias a las fuertes entradas de flujos por parte de los fondos de inversión. Entre aquellas que han optado por aprovechar el buen momento del sector está ThyssenKrupp que ha optado por escindir su filial de buques de guerra y submarinos, considerada una de sus joyas de la corona, y sacarla a Bolsa.
Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) ha debutado este lunes en la Bolsa de Fránfort y lo ha hecho fijando un precio de 60 euros por acción, si bien el interés despertado por la compañía entre los inversores está permitiendo que sus títulos hayan llegado a rozar los 100 euros para moderarse después hasta los 81,1 euros, lo que implica una revalorización del 35,17%. Con ello, su capitalización ha llegado a superar los 6.000 millones de euros, muy por encima de las previsiones del mercado, que le otorgaban en valor de entre 2.000 y 4.000 millones. Incluso ha llegado a igualar por momentos el valor de mercado de su matriz. El buen desempeño en su debut ha impulsado también a otras cotizadas alemanas del sector, con Hendsolt subiendo cerca del 7,9%, Renk sumando un 6,2% y Rheinmettal, un 5,9%.
El conglomerado industrial alemán ha optado por repartir el 49% del capital de su filial entre sus accionistas, a razón de una acción de TKMS por cada 20 de Thyssenkrupp, manteniendo el control, al quedarse con el 51% restante. Una escisión que está siendo descontada del precio de la matriz, que se deja este lunes un 18,7% en Bolsa.
Miguel López, consejero delegado de Thyssenkrupp, ha comentado que “con la salida a Bolsa de TKMS, combinamos la independencia empresarial con la estabilidad de un accionista de referencia. La escisión proporciona a TKMS acceso directo al mercado de capitales y supone un compromiso con la soberanía industrial europea”.
TKMS, cuyos orígenes se remontan a hace 187 años, es el mayor constructor del mundo de submarinos no nucleares, fragatas y tecnología submarina, negocios que le aportan una cartera de pedidos de 18.600 millones de euros que se extiende hasta 2040 y con los que prevé elevar sus ingresos un 10% al año e incrementar su ebitda a medio plazo en el 7% anual. De todas ellos, la división de submarinos es la que genera mayores ingresos, unos 1.200 millones, siendo responsable de siete de cada diez submarinos de países miembros de la OTAN. En este momento está construyendo diez nuevos submarinos —seis para Alemania y cuatro para Noruega— y está pujando por un contrato con Canadá que implicaría la construcción de hasta otros 12.
Su estreno en Bolsa se produce además en un momento en el que tanto la Comisión Europea como Alemania tienen relevantes planes para incrementar su gasto en defensa e infraestructuras. En el caso germano, el ejecutivo liderado por Friedrich Merz planea elevar la partida anual para seguridad a más de 160.000 millones de euros para 2029. Unos planes que han impulsado la cotización de todas las empresas europeas ligadas a la seguridad. El sectorial de defensa del Stoxx 600 avanza un 87% en el año, con empresas como Rheinmettal avanzando cerca del 190% en el año, Renk disparada más de un 250% o Hendolt subiendo más del 160%. Junto a ellas también destaca la española Indra, que avanza más del 140%.
La empresa, que prevé desembolsar entre el 30% y el 50% de su beneficio neto al pago de dividendos desde este mismo ejercicio, estuvo hace un año en negociaciones con el gigante del capital riesgo Carlyle para darle entrada en su accionariado, si bien estas no llegaron a prosperar al no contar, entre otras cosas, con el apoyo del Gobierno alemán. Berlín, por su parte, habría mostrado interés a participar en la salida a Bolsa de TKMS y en posibles acuerdos con el fabricante de tanques francoalemán KNDS, que estaría considerando a su vez debutar en el parqué.