Fue su paso por el ahora desaparecido canal infantil de Disney lo que sirvió de escuela a esta actriz que lleva trabajando desde los ocho años. “Yo escuela lo considero el teatro, la compañía en la que estuve muchísimo tiempo, pero también mi paso por Disney Channel. Era muy adolescente y ahí sí que tuve una disciplina heavy. Me di cuenta de que eso que me gusta tanto hacer a veces lo tenía que hacer cuando no me apetecía”, admite entre risas. “Puenteviejo es durísimo, pero para mí fue la primera vez en la que coincidí con gente de mi edad. Entramos una tanda nueva de actores que a día de hoy siguen siendo muy amigos míos. Suponía ir a trabajar, era cansado, pero lo hubiera elegido si me hubieran dado la opción”.
Tras unos cuantos proyectos en los que se metió de lleno en el drama, Caraballo tiene pendientes de estreno nada menos que tres comedias. “Tengo por estrenar Animal, Todos los lados de la cama y La maleta. Son tres comediones. La mayor exposición como actriz me va a llegar con comedia. Son protagónicos también”, concede la actriz. “El género me ha ayudado a enfocar mi vida en el día a día de una manera muy buena. Víctor [García León] repetía una frase de Chaplin a menudo: ‘La comedia es un drama en plano general’. Me siento muy bien haciendo comedia, llegas genial a casa. Estoy contenta. Echaría de menos los dramas, pero me está gustando mucho”.
Es muy consciente la actriz de que su exposición este otoño que ahora arranca se va a multiplicar. “Esto me provoca muchísimos nervios. Yo llevo trabajando desde muy niña, pero le preguntabas a quien fuera y no sabía quién era Lucía Caraballo. A alguien de la industria le podía sonar, pero tampoco tanto. Estuve en No me gusta conducir por ejemplo, que tuvo muy buena recepción, pero ahí era una chiquita que no tenía nombre, pero lo hacía bien”, admite. “Ahora sé que se me va a reconocer como Lucía Caraballo. Eso conlleva una exposición diferente y es lo que me provoca nervios. Es nuevo. Lo vivo muy rodeada de la gente que quiero. También me da miedo que las cosas de repente no cambien tanto y siga todo igual. Eso hay que gestionarlo también. No tanto por el reconocimiento, pero porque igual la serie no ha cumplido las expectativas que se tenían. No me lo quiero llevar a un fracaso personal”, continúa. “Si funciona muy bien tampoco me lo quiero llevar a lo personal. Llevo mucho, he visto muchos ejemplos de cómo hacerlo, voy a terapia y tengo muy buenas amistades. Así me puedo proteger. Hace poco vi una entrevista de Emma Stone en Venecia y ella contaba que tenía dos yoes, la que era en la intimidad y la que estaba allí. Eso es algo que pasa. Estoy muy bien rodeada y sé lo que quiero contar de mí”, concluye ilusionada.