Mantas para el sofá: cuál elegir para elevar tu salón
El sofá, la mesa del comedor o el mueble de la televisión son las piezas principales de cualquier salón y, generalmente, las que marcan el estilo decorativo de la estancia. Por ello, a la hora de elegirlas tenemos que tener clara la estética que predominará en una de las habitaciones en las que pasaremos más tiempo de toda la casa. Pero, una vez orquestada la base, son los pequeños detalles los que otorgarán personalidad al conjunto. Básicamente, porque las piezas principales suelen ser aquellas en las que invertimos más dinero, queremos que perduren en el tiempo y, por tanto, nos decantaremos por diseños versátiles y neutros que trasciendan las tendencias. Así, serán los objetos que decoren la estancia, desde libros a cojines, pasando por velas y lámparas, donde nos permitiremos arriesgar, introducir colores vibrantes y apostar por detalles en tendencia.
Y, en este objetivo, la manta para el sofá juega un papel fundamental. Se trata de un textil que, por los materiales de los que suele estar confeccionada, permite crear un contraste de texturas al colocarla sobre el sofá o en el interior de una cesta. Además, al ser un elemento al que daremos bastante uso, puede formar parte de la decoración de la estancia. “Creo que en los tejidos como las mantas es donde podemos jugar más para aportar color, pero también textura o patrones, un salón plano puede verse enriquecido con una manta de un estampado y colores potentes”, asegura Álvaro Toledo, experto en decoración y autor del libro Convierte tu casa en un hogar.
Por supuesto, no vale cualquier manta y hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de elegirla. La composición es el primero; cuanto mejores y más naturales sean los materiales de los que está hecho el textil, más confort y elegancia aportará al conjunto y, por supuesto, tendrá una mayor durabilidad. Toledo asegura que la calidad del tejido debe estar siempre por encima del diseño o el estampado y, entre sus favoritos, destaca el algodón. “Es quizás el que más me gusta utilizar porque abriga lo suficiente sin hacer que sea un poco agobiante como puede ser la lana o el cashmere, al final queremos este tipo de mantas para acurrucarnos en el sofá y no para estar a la intemperie o durmiendo, donde sí podemos pasar más frío”, concede.