Encontrar tu estilo de oficina puede sentirse como el último gran acertijo de la adultez. Hay días en los que el look fluye con naturalidad y otros (demasiados) en los que miras el armario como si Miranda Priestly de El diablo viste de Prada estuviera juzgándote en silencio. A eso súmale los cambios de estación, las reuniones que se vuelven presenciales de improvisto y un dress code flexible que nunca queda claro. “Houston, tenemos un problema”.
Pero la solución existe. Y viene de la mano de estos cinco mandamientos de estilo para la oficina aprobados por Fausto Leoni, personal shopper de La Roca Village, que están pensados para sobrevivir entre correos, cafés y reuniones de última hora.
1. El fondo de armario que sí funciona (y no aburre)
“La gabardina beige, como se ve en el primer look, es un clásico infalible que añade elegancia sin importar la temporada. Una blusa de corte limpio (como la azul sin mangas del segundo look) y una camisa de rayas con estructura (tercer look) son esenciales que equilibran formalidad y frescura. El blazer de raya diplomática también es clave: estructurado, sobrio y con carácter. Completa el guardarropa con una falda midi o mini sobria, pantalones de caída fluida, y un bolso neutro y bien diseñado”, confirma Fausto.