Manuel Fernández Losa forma parte de un equipo de cuatro gestores al frente del fondo Pictet Clean Energy Transition. Ingeniero aeronáutico de formación, comenzó su carrera en Londres como analista en Goldman Sachs y Citi, y se especializó en renovables en Banco Espírito Santo. Tiene en cartera más compañías de semiconductores que de solar, eólica o coche eléctrico, lo que resulta en una ganancia del 9% en el año. Cree que estos dispositivos son esenciales para la transición energética.
Pregunta. Llama la atención que en la cartera del fondo no haya muchas compañías de renovables. ¿Qué estrategia siguen?
Respuesta. No somos un fondo de energías limpias, sino de transición energética, y eso nos diferencia de otros. Nuestro universo de inversión cubre toda la cadena de valor, y eso incluye renovables e infraestructuras de redes eléctricas para suministrar energía limpia; otra parte busca reducir la demanda y se centra en eficiencia energética, edificios sostenibles y vehículo eléctrico, y una tercera pata se refiere a la cadena de suministro, donde incluimos semiconductores y baterías de almacenamiento.
P. ¿Por qué semiconductores ocupa las principales posiciones?
R. Tenemos más peso ahí porque somos capaces de encontrar más empresas a mejores valoraciones y retornos que en otros sectores. Además, creemos que no hay transición energética sin semiconductores. En los vehículos eléctricos son imprescindibles y la solar produce energía en corriente continua y necesita estos dispositivos para pasarla a alterna.
P. ¿En qué empresas concretas?
R. Invertimos en compañías que desarrollan elementos que te permitan diseñar semiconductores, por ejemplo, Synopsis o Cadence, y otras que consiguen fabricarlos de tamaños muy pequeños, porque consumen menos, como Applied Materials. Y además en los propios fabricantes. Pueden ser dispositivos analógicos, que se utilizan para coches eléctricos, u otros destinados al entrenamiento de la IA, que gracias a tecnologías como la ASIC [circuito integrado para aplicaciones específicas] consiguen un ahorro de hasta el 60%. Es el caso de Broadcom y Marvel, dos de las mayores posiciones.
P. ¿En qué compañías de otros sectores se apoyan?
R. Soy un convencido de la energía solar, pero nos cuesta encontrar firmas con buenas barreras de entrada y retornos. De hecho, tenemos solo cuatro, y en edificios sostenibles hay tres o cuatro posiciones muy grandes. En cuanto a la movilidad por tierra, creemos que en unos años será 100% eléctrica, pero no hay muchas compañías con la pureza requerida. Solo tenemos una de EE UU. En 2021, renovables pesaba el 22%, pero bajamos bastante cuando ganó Biden, se pusieron de moda y se rebajó la disciplina de valoración.
P. ¿Qué peso tienen hoy en energías renovables?
R. Un 10% en eólica y el 7% en solar. Si incluyéramos infraestructuras habilitadoras, segmento que pesa actualmente otro 7%, estaríamos en un 24%. Hemos estado aumentando de manera importante la parte de renovables este año con Trump, justo lo contrario que hicimos cuando ganó Biden.
P. ¿Cuál es la explicación?
R. Se puede pensar que los demócratas son mucho mejores para las energías limpias que los republicanos, pero en el periodo del presidente Obama el ETF de Clean Energy en EE UU cayó un 62%, mientras que en el anterior mandato de Trump subió un 160% porque los tipos de interés cayeron y las renovables, que ya eran rentables, lo fueron aún más. Con Biden de nuevo cayó un 40%. Aquí la rentabilidad no está tan ligada a la política, sino a la macroeconomía.
P. Y ahora, ¿cómo está afectando la incertidumbre regulatoria?
R. Se ha considerado un riesgo mayor del que es. A principios de año las valoraciones implicaban que no se iba a instalar más solar ni viento, pero Trump simplemente ha reducido el periodo de subsidios. Lo que ha cambiado respecto a los últimos 15 años es que por primera vez en países desarrollados está aumentando la demanda eléctrica. Para satisfacer este incremento se ha hablado de empujar nueva nuclear o ciclo combinado, pero es caro y requieren mucho tiempo. Las renovables pueden instalarse rápidamente y son mucho más baratas, así que el mercado se estaba equivocando. De hecho, hemos incrementado bastante este año en solar, porque todos quieren comprar gas.
P. ¿Les interesa el hidrógeno verde?
R. Se va a necesitar en la transición energética, pero sigue costándonos ver que se vaya a utilizar tanto como mucha gente decía. Además, no invertimos en compañías que necesiten subvenciones para ser rentables.
P. Hay quien no entiende que siendo un fondo de transición energético tengan empresas con plantas de carbón como RWE.
R. La razón está en que desde el punto de vista económico el valor residual de dichas plantas es muy bajo, del 10%, y todas se van a cerrar en 2030. Además, como accionista puedo hacer presión para que puedan cerrar la central con responsabilidad social, sustituyendo su emisión de CO2 por renovables. Desde un punto de vista medioambiental puede que hagas más así que las empresas que venden esa parte de carbón a un private equity que no tienen a ningún accionista detrás de ellos para que cierren.
P. ¿Les gusta Iberdrola?
R. Mucho, y hemos participado en la ampliación de capital, pero hemos reducido por valoración relativa, ya que hay mejores oportunidades en otras eléctricas como la estadounidense Nextel, que está invirtiendo en redes con muy buenos retornos.