Maquillaje de contraste, la teoría que busca armonizar los rasgos faciales
La teoría del contraste no es especialmente novedosa. En realidad, es un truco tan antiguo como utilizar una barra de labios a modo de colorete, o meter el contorno de ojos en la nevera para desinflamar las bolsas a primera hora de la mañana. La diferencia está en que, en el caso del ‘contrast makeup’, no sabíamos cómo aplicarlo en nuestra rutina hasta ahora. Sí, hace tiempo que interiorizamos esta lección en nuestro armario y sabemos perfectamente qué colores resaltan más nuestro tono de piel o cabello, pero, ¿por qué la mayoría nunca habíamos aplicado esta técnica en nuestra forma de maquillarnos? Si buscamos el look más favorecedor para nuestros rasgos y colorimetría, está claro que deberíamos. Así lo afirma Aliénor (@alieenor), la maquilladora francesa que puso sobre la palestra esta teoría viral. Según la experta, esta técnica consiste en utilizar ciertos parámetros (principalmente, el tono de nuestra piel, ojos, pelo y cejas) para medir nuestro tipo de contraste, y a partir de ahí trabajar con los tonos que más nos convengan. Y por si te resulta complicado saber cuál es tu caso, la experta ha creado un filtro de TikTok con el que solo tendrás que elegir tu tono de piel y comparar las características de dicho filtro con las de tu rostro. Spoiler: funciona, y te lo dejamos al final.
#1. Maquillaje de alto contraste
Decimos maquillaje de alto contraste para referirnos a cuando nuestro tono de cabello, ojos y cejas contrastan mucho con el de nuestra piel. Los casos más típicos son los de personas con el cabello muy oscuro y rostros pálidos, como Anne Hathaway, Lily Collins o Ana de Armas. En estos casos, la maquilladora recomienda optar por enfatizar el contraste con ojos ahumados, especialmente si hablamos de pieles muy pálidas con ojos oscuros. Según la experta, a este tipo de contraste también le favorecen los labios marcados, siendo el rojo (en casi todas sus versiones) su mejor amigo.
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Mike Marsland
#2. Maquillaje de contraste medio
Si pensamos en Zendaya, Emma Watson, Kendall Jenner, Beyoncé, Halle Berry o Hailey Bieber tendremos la definición perfecta: son aquellos tipos a medio camino entre alto y bajo contraste, es decir, los que no presentan un gran salto entre sus rasgos y su tono de piel. Los labiales y coloretes intensos serán el Santo Grial de este tipo de rostros. “El contraste medio da mucho juego y se puede maquillar subiendo o bajando un poco el tono (por ejemplo en sombras, colorete o labios) para equilibrar los rasgos. En el caso de que se quiera destacar una parte, también es adecuado -según la teoría del maquillaje por contraste- añadir intensidad de forma moderada”, recomiendan desde la Escuela de Maquillaje de Madrid.
Foto: Getty Images
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#3. Maquillaje de bajo contraste
Cuando existe cierta uniformidad y el tono del cabello armoniza con el de los ojos, cejas y piel sin que ningún rasgo destaque especialmente, estaremos hablando de maquillajes de bajo contraste. El ejemplo lo encontraríamos en Gigi Hadid, Taylor Swift o Amanda Seyfried, pero también en Naomi Campbell, Anok Yai o Viola Davis. En estos casos lo ideal sería optar por tonos suaves y neutros, sin transiciones demasiado marcadas y destacando nuestros rasgos sin saturar demasiado ningún punto en concreto. También es importante ajustar muy bien los tonos tanto de la base de maquillaje como del corrector para un efecto ‘no makeup makeup’ favorecedor y glowy.
Daniele Venturelli
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El filtro de TikTok más efectivo para adivinar tu tipo de contraste:
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