Margot Robbie ha capturado la esencia del torneo en un ‘look’ digno de admiración
Tan solo unos días después de anunciar que espera a su primer hijo, la actriz que encarnaba a Barbie y la euforia por la película más famosa del 2023 reaparecía en la duodécima jornada del torneo de Wimbledon con su marido, Tom Ackerley para presenciar uno de los partidos. Para el evento, la intérprete se decantaba por un total look de la casa francesa creada por el tunecino Azzedine Alaïa.
La maestría de Pieter Mulier, actuar director creativo de la maison, ha hipnotizado a todas las amantes de la moda que cada día soñamos con sus bailarinas de net o con el bolso en forma de corazón –también con el que llevaba Margot y del que hablaremos en breve–. Entre las insiders adeptas a esta firma, no podía faltar la actriz australiana.
Margot Robbie optaba por un vestido en forma de capa que se ajustaba a la perfección a su silueta y que incorporaba una abertura en la zona de la espalda creada con sutileza por la posición de la tela. El diseño destacaba por su color blanco protagonizado por puntos negros, el blanco ha sido un guiño claro a la estética impoluta que caracteriza a este torneo de tenis. El bajo asimétrico de la pieza alargaba considerablemente la longitud de sus piernas y aportaba la importancia que merecían sus zapatos, también de Alaïa.
El calzado incorporaba detalles peculiares que lo elevaban a niveles de elección propia de it-girl. Tan denostados como amados, los peep toes –zapatos que dejan ver algunos dedos y que fueron un hito de la moda dosmilera– son tendencia. El minimalismo de la elección de los peep toes de la actriz los posiciona como el calzado perfecto y elegante para un evento de este calibre.
Finalmente, para los accesorios, Robbie optaba por potenciar el total look de Alaïa con unas gafas de sol de pasta negra y un bolso en forma de estuche bicolor siguiendo la dinámica del estilismo en blanco y negro.
Neil Mockford