El popular evento de Vogue regresa este jueves, 11 de septiembre, para llenar las calles de moda y música. Una noche que conseguirá que todo el público asistente forme parte del universo de la marca desde el corazón del barrio de Salamanca. Con actuaciones especiales y un ambiente de festival urbano, la cita es a partir de las 20:00h en la calle Ortega y Gasset (entre Serrano y Lagasca).
¿Qué podemos esperar de tu actuación en esta edición de Vogue Fashion’s Night Out?
Espero que sea una noche muy especial, en la que pueda compartir diferentes facetas de mi música: desde baladas más íntimas hasta temas que invitan a bailar. Me ilusiona que el público viva conmigo ese recorrido de emociones y que podamos celebrar juntos la moda y la música en un ambiente tan único como Vogue Fashion’s Night Out en Madrid.
Para nosotras va a ser la última actuación que hagamos después de un año y medio de gira, así que estoy segura de que nos va a emocionar mucho.
Si tuvieras que elegir una canción que no has dejado de escuchar en los últimos meses, ¿cuál sería?
En los últimos meses no he dejado de escuchar Linger en la versión de Royel Otis, es un tema original de The Cranberries. Tiene una energía muy especial, es melancólica y simple, guitarra y voz, con un sonido que te envuelve y que siempre consigue transportarme. Es de esas canciones que te acompañan en cualquier momento del día.
De las actuaciones que has tenido este verano, ¿cuál dirías que fue el gran momentazo de la temporada?
Sin duda el gran highlight fue tocar en Lollapalooza. Es un festival con tanta historia y energía que subir al escenario, ver a toda esa multitud y compartir cartel con artistas que tanto admiro como Shawn Mendes, Olivia Rodrigo, Tate Mcrae… Fue un sueño cumplido. Sentí una conexión increíble con el público y es una experiencia que voy a llevar conmigo siempre.
¿Tienes algún ritual previo a los shows que se haya vuelto imprescindible para ti?
Tengo un pequeño ritual: tomarme muchos jengibres con limón, un instante de calma, conectar con el momento, agradecer lo que está por venir y compartir esa energía con mi banda. Me ayuda a entrar al escenario con el corazón en el lugar correcto, con ganas de disfrutar de la música y conectar con cada persona que viene a vernos.
De cara a otoño, ¿podemos esperar algún lanzamiento o novedad?
Este otoño estoy trabajando en mi primer disco, un proyecto muy personal en el que estoy volcando mis historias. No se centra solo en el amor romántico, sino también en los vínculos familiares, la amistad e incluso en la soledad. Es un recorrido por diferentes formas de querer y de sentir, y me emociona mucho poder compartirlo pronto.
Además, pasaré un tiempo en Argentina, para conocer y nutrirme de su energía.
¿Qué es lo que más disfrutas de las actuaciones en directo?
Lo que más disfruto es la conexión que se genera. Primero con mi banda, porque en el escenario somos una sola energía. Y después con el público, cuando veo cómo mis historias se transforman en parte de las suyas. Me emociona sentir que, de algún modo, la música funciona como una especie de terapia compartida, un lugar donde soltar y dejar ir.
¿Qué meta te gustaría alcanzar como artista en los próximos años?
Una meta que me ilusiona es poder recorrer el mundo con mi música mientras saco el espacio de experimentar historias nuevas para luego plasmarlas en canciones, como cartas, y descubrirme en nuevas facetas sonoras. No tengo prisa, prefiero vivir cada etapa con calma, aprender y dejar que las canciones marquen el camino.