Mario García Ribeiro es responsable de inversión en mercados privados de Schroders Capital en Europa, con 95.900 millones de euros bajo gestión. Anteriormente trabajó en la firma española Gala Capital y como analista de fusiones y adquisiciones en el Banco Santander. Destaca que el conocido como private equity, que invierte en activos no cotizados, despierta cada vez más interés entre el ahorrador particular, al que ya puede acceder desde un mínimo regulatorio de 10.000 euros, y permite poner distancia de la volatilidad del mercado.
Pregunta. ¿Cuál es la estrategia de inversión que siguen?
Respuesta. Nos enfocamos en el segmento lower mid-market, es decir, compañías de unos 500 millones. En los últimos 15 o 20 años han presentado valoraciones más atractivas porque es una parte del mercado mucho más ineficiente y nos permite comprar activos con valoraciones muy buenas. Nos centramos en compañías de alta calidad, con márgenes de ebitda de más del 20% y generación de caja muy alta, algo muy importante.
P. ¿Qué hacen para crear valor en las compañías?
R. Nos enfocamos en ayudar a profesionalizar estos negocios, expandirlos a otras regiones o ayudarlos en adquisiciones. Es una estrategia que sigue generando crecimiento y retorno a nuestros inversores y que no cambia porque el ciclo económico sea más o menos complejo.
P. ¿Y cómo es el tipo de vehículos que utilizan?
R. Empezamos con fondos de estructuras cerradas destinados a inversores institucionales y que pueden tener una duración de 10 o 12 años. Y en 2019 lanzamos nuestro primer fondo con estructura semilíquida. Llamamos al capital una sola vez y luego hay ventanas de liquidez cada trimestre. Son estructuras para dar acceso a otras clases de inversores ya que tienen aportaciones iniciales más bajas, de 25.000 euros. También hemos lanzado un Eltif (fondo de inversión a largo plazo europeo) de estructura cerrada pero con importes desde 25.000 euros.
P. ¿Qué sectores les resultan más atractivos?
R. Salud, tecnología y servicios empresariales componen el 75% de nuestro portfolio. Hablamos de campeones que venden localmente, lo que hace que no tengas impactos de los aranceles como vemos hoy en compañías mucho más globales y que ofrecen servicios con una recurrencia de negocio muy alta. Estos sectores y este tipo de compañías están menos correlacionadas con el ciclo económico. Este ha sido nuestro enfoque en los últimos 20 años. No es algo que hayamos cambiado por el entorno actual.
P. ¿Cree que la volatilidad en los mercados regulados está atrayendo a más inversores retail?
R. Esta clase de activos, por naturaleza, tiene mucha menos volatilidad y genera retornos superiores a los de los mercados públicos. Eso genera apetito, pero también ahora hay estructuras que no existían hace 10 años y que permiten al inversor particular entrar y salir con más facilidad. En cualquier caso, es importante que la inversión sea con un horizonte de tres a cinco años, que es lo recomendable para poder aprovechar la creación de valor que tiene el private equity.
P. ¿Notan más interés en España desde que se ha rebajado el mínimo para invertir?
R. Sí, ha aumentado el apetito muchísimo. El regulador ha querido ser más flexible porque había mucha demanda. Aquí es clave que el particular entienda en lo que está invirtiendo, pero si el trabajo educativo previo está hecho sería muy interesante que pueda poner parte de su cartera, quizás el 5%-10%, en activos privados.
P. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de esta inversión respecto a los mercados cotizados?
R. La poca correlación con los activos públicos, algo muy interesante para diversificar la cartera, y retornos a largo plazo que pueden ser muy importantes. Otro punto a favor es el mayor alineamiento con la inversión, ya que los equipos de gestión y los directivos de las compañías invierten su propio capital en los fondos. La parte más sensible es que son activos con más riesgo. Parte del private equity se basa en compañías maduras, aunque también existe el venture capital que invierte en start-ups de alto crecimiento pero alto riesgo.
P. ¿Cómo ve su sector de aquí a unos años?
R. Es un sector de alto crecimiento porque la economía real está hecha de firmas privadas. Hay unas 50.000 cotizadas en el mundo, mientras que las privadas superan los 210 millones. Hace 25 años había que salir a cotizar para poder levantar capital y crecer, pero hoy en día no es necesario porque hay un mercado muy desarrollado de activos privados y mucho interés por parte de los inversores.
P. ¿Este escenario de incertidumbre es bueno para invertir en activos privados?
R. Es un mercado complejo de navegar, y aun así pensamos que es muy interesante. Eso sí, ahora, cuando analizamos una compañía, hay más factores a tener en consideración que en 2018, pero, según las estadísticas, los vintage year [año en el que comienza la inversión] más complejos suelen ser los mejores en private equity.