Cuando aún estaba vivo, el iconoclasta (e icónico) diseñador alemán Karl Lagerfeld ungió a un par de sucesores para el que fue su puesto vitalicio en Chanel.
El primero fue Hedi Slimane. Cuenta la leyenda que Lagerfeld fue uno de sus más firmes defensores: en una entrevista que concedió en 2004 el diseñador alemán llegó a afirmar que adelgazó solo para poder llevar su sastrería para Dior Homme. A parecer, la idea era que Slimane se incorporara a Chanel para supervisar el lanzamiento de una línea masculina bajo la dirección de Lagerfeld, que a su vez prepararía al diseñador francés para sustituirle. En 2017, Chanel desmintió que trabajar con Slimane (y lanzar una línea de ropa masculina) estuviera entre sus planes, lo cual no fue óbice para que, cuando Viard salió de la casa, casi todos volvieran la cabeza hacia Slimane una vez más. Como sabemos, nada de eso llegó a materializarse. Es una de los romances frustrados favoritos de la moda.
Y luego estaba Haider Ackermann. En 2010, Lagerfeld afirmó que, aunque tenía «un contrato de por vida», la cuestión de su sucesión era un tema candente: “De momento, diría que a Haider Ackermann”. Un año más tarde había cambiado de opinión, según declaró a la revista W. Ackermann, que fue nombrado director creativo de Tom Ford en septiembre de 2024, es uno de los pocos diseñadores de su liga de los que no llegó a rumorearse que le habían entrevistado para el puesto de director creativo de Chanel.
En 2019, la muerte de Lagerfeld conmocionó a la industria. ¿Acaso había alguien capaz de tomar el relevo de Karl, que tras su nombramiento en 1983 revolucionó la industria de la moda de lujo y redefinió el papel del director creativo? Ahora que Chanel acaba de anunciar que Matthieu Blazy, que la semana pasada abandonó Bottega Veneta tras tres años espectaculares, asumirá dicho cargo en la legendaria maison, tenemos que decirlo: no nos cabe duda de que es la persona adecuada para tal menester.
Virginie Viard, mano derecha de Lagerfeld en Chloé y luego en Chanel, fue nombrada su sucesora en 2019. El asunto fue un tanto sorprendente, por no decir confuso. Viard conocía bien las maneras de Lagerfeld y, sobre todo, de Chanel. Su mano era más suave y pragmática, más centrada en la practicidad que en la fantasía. Sus colecciones solían recibir críticas más bien tibias, y cada vez resultaba más difícil deshacerse de la sensación de que su liderazgo creativo era algo pasajero. Se marchó en junio de 2024, después de asumir la ingrata labor de llevar las riendas de Chanel durante la pandemia y servir de eslabón entre Lagerfeld y, ahora, Blazy.
