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Llega un momento en la vida de todo actor de primera línea en el que debe dejar atrás su dieta y rutina de actividad habitual y experimentar un cambio físico radical. Christian Bale sabe mucho de esto y ha ido en todas las direcciones posibles, pero Sydney Sweeney, que sigue postulando para ganarse la etiqueta de «Novia de América» que ostentó Julia Roberts, ha optado por la vía de meterse en el gimnasio y ponerse mamadísima.
Queen Sydney
Después de catapultarse en ‘Euphoria’, de demostrar que era más que una cara bonita en la injustamente desapercibida ‘Reality’ y de reivindicarse como estrella absoluta en la divertidísima ‘Cualquiera menos tú’, Sweeney se puso bajo las órdenes de David Michôd —‘The King’— para protagonizar un biopic centrado en la boxeadora Christy Martin que, además de en lo interpretativo, ha sido muy exigente en lo físico.
Sydney Sweeney y Christy Martin
Durante una entrevista con W Magazine, la buena de Sydney ha dado algún que otro detalle sobre su entrenamiento para ganar masa muscular, con un par de horas de entrenamiento de pesas, deportes de contacto y cantidades ingentes de comida —las cuales, intuyo, fueron determinantes— que se tradujeron en una ganancia de más de 13Kg.
«Me uní al proyecto para interpretar a Christy, y tuve unos tres meses y medio de entrenamiento. Empecé a comer. Hacía entrenamiento con pesas por la mañana durante una hora, kickboxing al mediodía durante unas dos horas, y luego otra sesión de pesas por la noche durante una hora».
Con este menú diario de hierros y festines, la evolución era inevitable.
«Mi cuerpo era completamente diferente. No me cabía nada de mi ropa. Normalmente uso una talla 23 de vaqueros, y estaba usando una 27. Me crecieron las tetas. Y el culo se me puso enorme. ¡Fue una locura! Yo pensaba: Oh, dios mío. Pero fue increíble: estaba tan fuerte, ¡una fuerza de locos!».
Las pocas imágenes de Sweeney en la piel de Christy Martin dejan claro que el esfuerzo dio sus frutos, sobre todo en lo que respecta al tamaño de sus brazos, hombros y trapecios. Maravilla.
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