«Creo que cada año me siento más y más preparada», dice Emma Chamberlain sobre su regreso a la alfombra de la Met Gala 2024 como corresponsal especial de Vogue para entrevistar a los invitados más estelares del evento. Es la cuarta vez que la polifacética estrella de internet acude a la gala, y derrocha la confianza que le otorga haberse convertido en el meme favorito de las redes gracias a su interacción con Jack Harlow, todavía viral: «Literalmente, no podría haberlo predicho ni en un millón de años», dice, y cuenta que Harlow es una de sus entrevistas favoritas de todos los tiempos. Este año, sin embargo, para su interpretación del dress code «El jardín del tiempo», vinculado a la exposición del museo Sleeping Beauties: Reawakening Fashion, el proceso de creación de su look de belleza ha sido igual de impredecible, ya que ha dejado mucho espacio a cualquier epifanía «genial» que pudiese surgir. Para ello, ha estado «recopilando inspiraciones durante meses y meses y meses».
«Es un poco raro», dice de la sombra ahumada y tenebrosa que ideó junto a la maquilladora Kelsey Deenihan para que combinase con su vestido de Jean Paul Gaultier confeccionado en encaje color chocolate envuelto en espinas y el «moño súper suelto» de la peluquera Sami Knight. Incluso sus uñas hacen juego con el vestido, con trozos de encaje cubriendo las puntas de los dedos: «Es un poco espeluznante», dice Chamberlain. También, un poco gótico, «un poco raro. Es un poco extremo, pero todos son colores neutros», describe su look de belleza. «Sigue siendo ahumado, pero con un toque reflectante y dinámico». Para crear ese dramatismo en la mirada, Deenihan empezó aplicando las sombras más oscuras de la paleta Hypnôse de Lancôme, en tonos 02 Beige Brule «en el pliegue, las esquinas exteriores y debajo de la línea de las pestañas inferiores», y presionó con los dedos el tono metalizado en el centro del párpado para lograr el efecto reflectante. Por último aplico tres capas de máscara de pestañas.
Con el labial no hubo sorpresas: «Suelo pintarme los labios siempre igual porque me gustan los tonos rosados, marrones y nude de los 90, el perfecto labio marrón-rosa-nude», dice Chamberlain, que se ciñe al infalible «tono perfecto que es, no sé, algo así como tres tonos más oscuro que el mío natural». Deenihan delineó los labios con Le Lip Liner de Lancôme en tono 283 Amandelle y «luego, para una leve mancha de color, apliqué a toquecitos la barra de labios L’Absolue Rouge Drama Matte en tono 510 Divine Idylle», dice la artista. Y aunque los labios de Chamberlain sean predecibles, lo que deparará la noche no lo es tanto. “Nunca sé a quién voy a ver, ni con quién voy a hablar; cada año es un misterio emocionante. Eso es lo divertido”, admite.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com