¿Qué es el método Trataka, y por qué puede ayudarnos a reducir el estrés?
Se dice que el estrés es la pandemia del siglo XXI. De hecho, según datos publicados por El País y extraídos del último Estudio Internacional del Grupo AXA sobre Salud y Bienestar Mental que recoge datos de 16 países en el mundo (España, Italia, Francia, Reino Unido, Irlanda, Suiza, Bélgica, Turquía, Alemania, EEUU, México, Japón, China, Hong Kong, Filipinas y Tailandia), España que vuelve a situarse a la cabeza como uno de los países más estresados. Más concretamente, el 62% de los españoles reconoce que se sienten bastante estresados, el nivel más alto de los tres últimos años, frente al 54% de los franceses o el 49% de los japoneses. Datos que evidencian los altos niveles de cortisol de la población española, y la necesidad de hacerle frente con ayuda de profesionales. De forma complementaria —y por supuesto no excluyente—, existen técnicas y prácticas que pueden ayudarnos a disminuir la famosa hormona del estrés. Una de ellas y quizá de las menos conocidas, el método Trataka.
“El método Trataka es una técnica de meditación proveniente del yoga. Consiste en fijar la mirada en un punto concreto, cómo puede ser la llama de una vela, y mantener la mirada fija y sin parpadear el mayor tiempo posible”, explica Aurora Vallejo, psicóloga del centro madrileño Psicolink, y añade: “Se trata de una práctica sencilla y de coste cero que nos ofrece enormes beneficios para nuestra salud mental y emocional. Entre ellos, una reducción significativa de los niveles de estrés y ansiedad y, sosteniendo esta técnica en el tiempo, también un aumento de la capacidad de concentración y memoria”. Una práctica sencilla y gratuita que, a la luz de los datos sobre salud mental en nuestro país, puede ayudarnos a bajar puestos en el ranking .
La técnica ancestral para centrarte en el presente (y olvidar las preocupaciones pasadas)
“Tener la atención fija en un mismo punto implica estar plena y conscientemente en el presente, obviado pensamientos y preocupación pasadas o futuras que puedan llevarnos a un estado de estrés o ansiedad”, explica la experta a propósito de esta técnica ancestral que en sánscrito significa, literalmente, «mirar fijamente con contemplación». Para llevarla a cabo basta con seguir el siguiente paso a paso:
- Escoger nuestro ‘objeto de contemplación’ (normalmente una vela encendida por el movimiento relajante de la llama) que colocaremos a la altura de nuestros ojos, estando sentados en el suelo en la posición de loto —la postura típica de las técnicas de meditación en la que las piernas deben estar cruzadas, con cada pie ubicado encima del muslo opuesto—.
- Cerrar los ojos para mentalizarnos de que, a partir de ahora, nuestra atención se centrará solamente en la técnica. Una vez estemos listos, fijaremos la mirada en la llama de la vela durante el mayor tiempo posible (sin forzarnos) controlando la respiración.
- Si pasan por nuestra mente pensamientos intrusivos, los dejaremos pasar sin frustrarnos por ello y sin juzgarlos, y si nuestra vista se cansa, cerraremos los ojos durante unos segundos practicando respiraciones profundas hasta que nos consideremos preparados para continuar o hasta que demos por finalizada la sesión.
Un consejo extra:
Si además de probar el método Trataka, lo hacemos con una vela con ingredientes beneficiosos propios de la aromaterapia, la relajación estará más que asegurada. «Algunos aromas pueden desencadenar la liberación de neurotransmisores como las endorfinas y la dopamina, asociadas al placer y la felicidad. Es por eso que ciertos olores nos pueden hacer sentir relajados, felices o incluso nostálgicos. Por ejemplo, la lavanda, el jazmín o la bergamota son conocidos por sus propiedades relajantes. Estos aromas activan el nervio olfativo, que envía señales al sistema límbico, incluyendo la amígdala y el hipocampo, que regulan nuestras emociones. La lavanda, sin ir más lejos, ha sido ampliamente estudiada y se ha demostrado que reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que induce una sensación de calma”, expone Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo. Una combinación ganadora perfecta para rendirnos a las bondades de la meditación.