¿Es posible acertar tres veces seguidas optando por colores neutros en una alfombra roja? El rotundo sí llega de la mano de Michelle Yeoh
La actriz Malasia es todo un icono de estilo y ello lo demuestra en cada una de sus apariciones en público, ni que decir tiene en lo que respecta a sus posados más admirables en las alfombras rojas. Michelle Yeoh se encuentra en Yeda (Arabia Saudí) con motivo del Festival de Cine Internacional del Mar Rojo 2024 y sus últimos tres estilismos han tenido un denominador común: la ausencia de color.
Sus elecciones han destacado no solo por su elegancia transmitida a través del color, sino también por su capacidad para radiar seguridad en un contexto tan especial como es una alfombra roja de este nivel. Sus looks han funcionado como una oda a la versatilidad del gris y el negro, tonos que trascienden las temporadas, las estaciones y, también las culturas y las tendencias más efímeras. La ausencia cromática se convierte en un lenguaje universal en el que la elegancia y la sofisticación juegan de titulares. Lejos de ser una elección conservadora, es una declaración de principios: la moda, en su esencia más pura, reside en la forma, en el corte y en el diseño de las piezas, no en el exceso de color o de ornamentos para brillar. He aquí los tres estilismos en los que no podemos dejar de pensar y las razones que nos han llevado a ello.
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El negro Balenciaga, o la elegancia suprema de un color
Cuando se habla de negro parece complicada una definición exacta, que si ausencia de luz, que si unión de todos los colores… Pero cuando se habla de negro Balenciaga, la profundidad y el poder de este tono fácilmente se plasman en nuestra mente. La actriz optaba por un espectacular diseño de la colección de Alta Costura de la la temporada otoño-invierno 2023/2024 de la casa fundada por el couturier nacido en Guetaria (País Vasco) y bien conocido como el “arquitecto de la alta costura”.
La elección de la actriz encapsulaba la esencia de la casa donde la arquitectura y el minimalismo encuentran una armonía de idilio. El corte asimétrico de sus mangas junto con la técnica de drapeado que incorporaba en la zon a del abdomen y de la que nacía la falda potenciaban una silueta escultural. Los volúmenes cuidadosamente estructurados en la parte superior añadían un elemento dramático y extremadamente sofisticado que sumado al color negro de la tela propiciaban una profundidad de elegancia suprema.
El estilismo lo complementaban con joyas maximalistas y brillantes en forma de pendientes en cortina y piezas como un anillo con piedra verde esmeralda y un brazalete. Finalmente, un maquillaje sobrio y un recogido limpio delegaban el total del protagonismo en el vestido. Este look no solo reflejaba la herencia del maestro Cristóbal Balenciaga, sino que reafirmaba el lugar de Michelle Yeoh como un ícono de estilo en el escenario internacional.
Arnold Jerocki/Getty Images
El poder del tejido: la profundidad del gris
En este caso la magia llegaba de la mano de la casa Schiaparelli en forma de vestido largo encorsetado y sin mangas con la característica hendidura de la marca. En un tono gris profundo y en tejido aterciopelado, el diseño evocaba un cierto misterio y elegancia convirtiéndose en una obra de arte puro.
