Llevar mocasines con calcetines es toda una declaración de estilo, no hay más que observar quienes los llevan así
De ser completamente denostados e incluso a crear conflictos familiares –¿quién no se ha cabreado con su madre porque la obligaban a usarlos cada mañana para ir al colegio?– a convertirse en el calzado más indispensable entre las tendencias de este otoño-invierno 2024/2025, los mocasines han conquistado el mundo de la moda, pero no de cualquier forma sino combinados con calcetines. Lo que antes se consideraba una mezcla “poco favorecedora” ahora es el combo estrella de la temporada, y nadie mejor que figuras icónicas como la reina Letizia o Lily-Rose Depp para confirmarlo. Este binomio ha pasado de ser un tabú estético a un símbolo de estilo presente en los street styles más populares de todo el mundo.
La clave del éxito de esta mezcla radica en su versatilidad ya que pueden ser tanto casual como formales, dependiendo de cómo los combines. Desde looks preppy hasta otros más arriesgados con aires punky, esta fórmula se adapta a todo tipo de personalidades y ocasiones. Estas son las formas de combinarlos por las que ya se han decantado las prescriptoras de moda más importantes del mundo.
Si todavía dudas sobre cómo incorporar esta tendencia en tu día a día, la clave está en empezar con combinaciones seguras. Los mocasines negros con calcetines blancos son un clásico que no falla, especialmente si se combinan con pantalones rectos o una falda midi. Para quienes se atreven con más, los calcetines de colores llamativos como el azul Klein o texturas interesantes, como el canalé o la lana quedan ideales.
La forma más elegante
Aún pareciendo paradójico, llevar mocasines con calcetines también puede ser una opción elegante, no hay más que ver este estilismo de la reina Letizia. En primer lugar, esta forma de llevar la combinación la hace apta para cuando bajan las temperaturas y aún así queremos seguir usando nuestros zapatos favoritos y no morir de frío.
La clave: El modelo de calzado debe ser lo más elevado posible, incluso que incorpore algo de tacón como los de la monarca española y que el resto del estilismo sea lo más elevado posible, es decir, que sus niveles de elegancia lo hagan propio de un evento de gala para contar con el margen suficiente para que los mocasines relajen la mezcla, pero no la vuelvan casual.
