Pero pese a lo académico del ejemplo, la influencia de los memes y, sobre todo, la búsqueda consciente de la moda por convertirse en uno, lleva ya tiempo ganando fuerza. Lo vimos ya hace años con la colección de Viktor & Rolf que rescataba frases célebres de internet, con el auge de las camisetas con mensaje, o incluso con la interacción de algunas de las invitadas al front row del último desfile de Desigual. Un fenómeno que pese a todo no es nuevo: ya en 2017 Gucci lanzara la campaña de su colección de relojes en formato meme tirando de humor y nuevos lenguajes. “Durante mucho tiempo, las marcas se apoyaron en el sexo o en el estatus. Ahora el humor se suma a la lista. A medida que las marcas han comunicado más, se han vuelto más creativas y eso engloba la inclusión del humor”, contaba a Vogue España en 2019 el artista Willi Ndatira, artista que formó parte del elenco que creó la campaña para Gucci.
Así, la moda se convierte en meme y, ahora también, el meme en moda. Un círculo que se cierra y que nos deja desde cuentas de Instagram dedicadas íntegramente a crear bromas gráficas solo aptas para insiders de la industria (@patheticfashion, @stressedstylist o @ideservecouture son solo algunos ejemplos), hasta camisetas con mensaje cuyo fin último es terminar engrosando la mayor cantidad de feeds posibles. “Es difícil decir exactamente cuándo se convirtió en tendencia el merchandising de memes, pero cuando Sabrina Carpenter se puso una camiseta en Coachella que decía ‘Jesús era Carpenter’ en una letra cursiva llena de florituras, se solidificó como un momento digno de mención”, contaba Brooke LaMantia en The Cut hace unos días.
INDIO, CALIFORNIA – APRIL 12: (FOR EDITORIAL USE ONLY) Sabrina Carpenter performs at the Coachella Stage during the 2024 Coachella Valley Music and Arts Festival at Empire Polo Club on April 12, 2024 in Indio, California. (Photo by Arturo Holmes/Getty Images for Coachella)Arturo Holmes/Getty Images