A tal fin, me puse en contacto con la empresa neoyorquina de almacenamiento y archivo de moda Garde Robe. Sus profesionales ayudan a almacenar, mantener y cuidar valiosas colecciones de moda (vintage incluida) reunidas por particulares e instituciones. Doug Greenberg, de Garde Robe, me guió a través de las mejores prácticas de almacenamiento y limpieza de moda vintage y, además, enumeró algunos productos esenciales que ayudarán a mantener la ropa en perfecto estado. Todo ello, a continuación.
Portatrajes
«Todas las prendas que se pueden colgar deben guardarse en portatrajes transpirables. Las bolsas de muselina y polipropileno (PP) protegen muy bien y pueden lavarse en la mayoría de los casos, por lo que duran mucho tiempo. Nunca utilices las bolsas de la tintorería para guardar la ropa; de hecho, retíralas inmediatamente cuando llegues a casa. Pueden dañar la ropa. O mejor aún, lleva la ropa a la tintorería en portatrajes reutilizables para no acumular bolsas de plástico baratas que acaban en la basura».
Perchas/cajas para ropa
«Nunca cuelgues tejidos elásticos, como prendas de punto, cortadas al bies y muy adornadas y pesadas, porque podrían deformarse. Guarda estas prendas dobladas planas en una caja de ropa transpirable o plegadas con papel sin ácido para evitar que se arruguen. No puedes utilizar el mismo tipo de percha para todas las prendas de tu armario, aunque resulte estéticamente agradable. Hay perchas específicas que son mejores para determinados tipos de ropa, así que asegúrate de elegir siempre la percha más adecuada. Por ejemplo, perchas de hombros anchos para abrigos pesados, perchas con pinzas para pantalones y perchas acolchadas para prendas delicadas. En caso de duda, guarda la prenda en horizontal en lugar de colgarla. Nada de perchas de alambre, NUNCA».
Papel de seda sin ácido
«Ningún armario de lujo está completo sin un buen surtido de papel de seda sin ácido. Utilízalo para eliminar arrugas, acolchar hombros, rellenar mangas y/o bolsos para mantener su forma. El papel de seda también es útil para separar las prendas cuando el armario o la caja de almacenaje estén abarrotados. Utiliza siempre papel de seda para separar los artículos con adornos o abalorios para que no se enganchen, así como para evitar la transferencia de tinte de las piezas de cuero, ante y denim».
Barra quitamanchas
«Los expertos en el cuidado de prendas de alta costura son escasos. Una tintorería normal no tiene por qué saber tratar prendas de diseño caras y/o delicadas. Las mejores tintorerías limpian muchos artículos a mano y utilizan distintos disolventes y maquinaria dependiendo del tejido; pero en la gran mayoría utilizan un solo disolvente de limpieza, que puede ser o no el mejor para determinadas prendas. Hay disolventes que son mejores para el medioambiente que otros, pero en algunos casos, esos disolventes «ecológicos» no funcionan bien con prendas muy sucias. Antes de confiar una prenda valiosa a una empresa de limpieza, entérate de qué disolventes y procesos utilizan. ¿Cuentan con distintos disolventes? ¿Limpian a mano? ¿Contratan servicios externos de marroquinería? Son buenas preguntas que puedes hacer. Dependiendo de dónde vivas, puede que te convenga más trabajar con una tintorería de alta costura más alejada que haga envíos». Para los retoques en casa, Greenberg recomienda las barras quitamanchas de The Laundress.
Un vaporizador
«La vaporización es una forma estupenda de liberar pliegues y eliminar arrugas. Utiliza el vaporizador con agua destilada para obtener mejores resultados. El calor de la plancha es más agresivo con los tejidos que el vapor. La plancha es segura para alisar tejidos más resistentes, como el algodón, que pueden soportar temperaturas más altas. El vapor y la plancha dañan la seda, el terciopelo, el cuero, el ante y los adornos metálicos. Si tienes una emergencia de moda y necesitas vaporizar las arrugas de una prenda delicada, prueba a poner muselina entre el vaporizador y la prenda para reducir el impacto. En general, deja estas prendas en manos de profesionales. Las tintorerías expertas suelen quitar los botones y adornos antes de la limpieza y luego los colocan de nuevo. Por eso cobran bastante más».
Barras de cera de abeja
Si la prenda tiene una cremallera metálica, en primer lugar, lo más seguro es que sea anterior a 1965, ya que las cremalleras de plástico se popularizaron a finales de los años sesenta. En segundo lugar, es más resistente y menos propensa a deformarse con los años, pero a veces puede atascarse. Aplica un poco de cera de abeja para que vaya como la seda.
Cojines para bolsos
¿Quieres mantener la forma de tus bolsos? Necesitas cojines de relleno. Fabrinique los tiene en varios tamaños. El papel de seda también sirve, pero un cojín es mucho más fácil de quitar y poner que varios fajos de papel hechos bolas.
Vinagre blanco destilado
Si necesitas desodorizar una prenda, llena un pulverizador con un 90% de agua y un 10% de vinagre blanco destilado. Rocía la solución por toda la prenda y airea. Los olores a humo y a cerrado desaparecerán.
Protectores de ropa para las axilas
Un protector de axilas (con forma de hombrera, pero es para las axilas) o cualquier camiseta interior añadirá una capa extra de protección a tus prendas delicadas para evitar manchas y marcas de sudor que son difíciles de limpiar.
Bloques de cedro antipolillas
Los bloques de cedro no son eficaces contra todas las plagas de polillas, pero repelen y previenen la infestación. Coloca un par en armarios y cajones y cámbialos cuando pierdan su aroma. Para medidas preventivas más intensas, hazte con unas cuantas trampas para polillas.
Hormas de madera para los zapatos
Cuando no estén en uso, los zapatos de piel de hombre pueden guardarse con hormas de madera en su interior. Las hormas para zapatos de mujer, que a menudo presentan más variedad de modelos y fabricación, son más difíciles de encontrar, pero existen. Para las formas más complicadas, siempre está el papel de seda.
Saquitos de lavanda
Estos saquitos no prolongarán la vida de tus prendas, pero tu armario y tus cajones olerán de maravilla.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com