Tras años de leer y escuchar a psicólogos que nos avisaban de los males de estar siempre conectados, ya nadie puede mirar hacia otro lado. Ni siquiera lo hacen los responsables de las redes sociales: en Instagram ya es posible pausar las notificaciones activando el modo silencioso, que de manera predeterminada opera desde las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana del día siguiente. Y si lo han implementado es porque los usuarios lo demandan en masa; y no por las advertencias —estas casi nunca funcionan—, sino por el hartazgo generalizado.
Quique Vidal, director creativo de Becomely y fundador de la agencia de comunicación Cartulina, apaga su teléfono durante el fin de semana. “Para no quedarme incomunicado, tengo un Nokia pequeñito con una tarjeta SIM en donde escucho mis canciones favoritas. Me sirve para viajar en el metro, hacer deporte y comunicarme por teléfono si he quedado con alguien”, revela —excepcionalmente mediante Whatsapp— a Vogue.
También durante la semana pone el móvil en pausa: a la hora de comer y por la noche, o bien lo apaga o bien lo aleja de su mesita de noche. “Empecé a hacerlo a principio de año, después de ser consciente de lo enganchado que estaba, pero también porque me afectaba a las horas de sueño. Se me hacía imposible desconectar, teniendo en cuenta que mi trabajo tiene que ver con las redes sociales y la comunicación de moda. Además, soy autónomo, así que me resultaba especialmente complicado”, continúa.
Él no es el único: Laura Domínguez, educadora en el Museo de Belas Artes de A Coruña, llega a su casa y deja el teléfono móvil en la entrada. “No quiero que mi hija me vea pegada a la pantalla todo el día. Y cuando salimos con la furgoneta mi novio y yo nos “desconectamos”; nos obligamos a hacerlo, pero si estoy sola, miro el móvil sin parar”. Cuando está en su casa, la cantante y bailarina Carlota Soto tampoco se despega de su móvil. “No puedo ni ir a la cocina sin él, pero cuando voy con mi novio a pasar tiempo en la naturaleza o salgo el fin de semana a algún lado nos obligamos a dejarlo aparcado«, observa.